En apenas unos minutos, la vida de la familia García dio un vuelco de 360 grados, en este caso negativo. El incendio que el pasado domingo por la mañana arrasó un piso en el Paseo de la Estación, acabó con el inmueble de Zaira y Ángel García, jóvenes de 25 y 21 años respectivamente, que vivieron el suceso de forma diferente. La primera, trabajando en Decathlon hasta que fue avisada por una vecina, momento en el que se trasladó a la calle con la angustia de que a su hermano le hubiera pasado algo. El segundo, vivió uno de los peores momentos de su vida ya que quedó atrapado en la pequeña terraza de la cocina que conecta con el patio interior del edificio mientras que las llamas devoraban el interior. «Ha quedado todo destrozado, no tenemos nada, ni muebles, ventanas, electrodomésticos, ni camas, ni la puerta de entrada, ni ropa... mi hermano ahora mismo viste con ropa prestada», aseguró Zaira a La Tribuna.

De la vivienda, tan sólo se ha ‘salvado’ la habitación de Zaira al estar cerrada, aunque también tiene muebles y algo del armario quemado, y aún desconocen si el seguro les cubrirá algo.

Un grupo de talaveranos se reunieron ayer en la plaza del Pan para conocer las necesidades de la familia García y coordinar las ayudas - Foto: Peña Es por ello que un día después se ha creado en Facebook un grupo bajo el nombre ‘Talavera en solidaridad con la familia García’, que rondaba ayer los 200 amigos con el fin de coordinar la ayuda que necesiten a partir de ahora. El primer encuentro tuvo lugar en la tarde de ayer, en la plaza del Pan, donde los asistentes pudieron escuchar de los mismos afectados las necesidades más prioritarias,  no sólo económicas, sino también colaboración para, por ejemplo, sacar escombros del inmueble. «Ya nos han ofrecido tomates, ropa, muebles e incluso los azulejos para el baño», explica Zaira. «No pedimos nada porque sabemos la situación que viven muchas personas, que no les sobra, pero si tienen cosas que van a tirar, pues que nos lo den por favor».

La joven asegura que le da «mucho apuro» tener que pedir ayuda pero explica que no tiene otra alternativa. «Me encanta que la gente sea tan buena, te das cuenta en estos casos de que hay personas muy humanas y yo sé que haría lo mismo si fuera al revés». También agradece la labor llevada a cabo por los bomberos y por la Policía «porque ambos se portaron muy bien con nosotros».

Mal emocionalmente. Zaira y Ángel son conscientes de que aunque «hemos perdido toda una vida», el joven ha podido contarlo y tan sólo cuenta con algo de humo en los pulmones, «la fecha del 6 de julio será la del nuevo cumpleaños de mi hermano porque ha vuelto a nacer», decía emocionada.

«Emocionalmente estamos muy mal pero tenemos que ser fuertes porque no nos queda otra». Es la fuerza que sacaron ayer cuando llamaron a sus padres -buscando trabajo en Lanzarote- para contarles lo que había sucedido. Mientras, intentan avanzar con familiares y amigos en los trabajos de desescombro de la vivienda para comenzar cuanto antes la reforma y para molestar lo menos posible a los vecinos, ya que algunos inmuebles anexos también se han visto afectados.

En estos días, y hasta que se resuelvan los trámites obligados en estos casos y puedan comenzar a arreglar el piso, los hermanos pasan las noches en una parcela alquilada.