Carlos Calzada

Carlos Calzada


El último baile

02/06/2023

El CD Illescas nos ha regalado a todos los aficionados al fútbol toledano un mes y medio más de fútbol, en una temporada que acabó ya hace demasiado tiempo, y aún queda más para que empiece la siguiente.
Un mes y medio más de fútbol, emoción e ilusión por ver a un equipo conseguir un premio que se ha convertido en un claro objetivo sin serlo.
En estas últimas semanas, tratando de conocer al actual CD Illescas más a fondo, he podido escribir sobre su profesionalización, sus estamentos centrados en su proyecto y la unión de todos como parte del éxito que ya han logrado y que nadie les puede quitar. También tratamos el tema de cómo un gol tarda un segundo, y esto es algo que es igual en Illescas o en Cantabria, contra el Quintanar o el Vimenor.
Por eso, y a pesar de la importantísima baja de su entrenador por sanción, de jugar fuera de casa por primera vez toda esta fase de ascenso, el CD Illescas tiene que ser fiel a sus principios y los futbolistas tienen que demostrar, por mucho que su juventud pueda decir lo contrario, que el fútbol es suyo y de nadie más.
Estoy ansioso porque llegue mañana, porque empiece a rodar el balón y por ver esa intensidad de vértigo, ese alto ritmo que siempre impone este equipo y ese juego con las ideas tan claras, como siempre demuestra. No vale otra cosa que hacer lo que saben, además, desde el respeto al rival, pero con la controlada ambición para seguir creciendo.
Crecimiento expandido que va de lo deportivo a lo directivo, a la gestión y a la afición que no puede parar de ser así. El mayor de los éxitos ya lo han conseguido
Y, finalmente, no me planteo algo diferente al ascenso de categoría del CD Illescas. Impensable para mí algo que no sea entrar en el limitado club de los equipos toledanos que han alcanzado la Segunda B, que se pueden contar con los dedos de una mano. Un placer estas semanas pensando en blanco.