El entrenador del Toledo, Carlos Gómez, apeló al factor suerte para argumentar la victoria de los suyos contra un rival directo que queda tres puntos por debajo en la clasificación a falta de dos jornadas: «Fue un partido muy igualado en el que ambos equipos teníamos la necesidad de ganar, pero a la vez sabíamos del potencial del rival. Llega un momento en que el punto sabe a poco. Con la salvación ya conseguida, tocaba ser un poco más descarado y quemar las naves».
«Nos acompañó esa fortuna que hace falta para ganar el partido. Al final, fue un partido muy cerrado que se decantó porque nosotros la metemos y ellos no. Ganamos 0-1 en un campo muy complicado y nos vamos muy felices. Estuvimos peor en la primera parte, pues nos costó ajustar y encontrar las espaldas, mientras que ellos fueron rápidos y dinámicos en las transiciones. Evolucionamos, mejoramos y tuvimos acierto en la segunda», profundizó.
Por último, Gómez no eludió la referencia al anhelo del retorno a Segunda Federación: «Como sabemos que venimos de una situación muy complicada y muy delicada, ahora vamos a disfrutar. En los partidos que quedan, tenemos que ser valientes y descarados, ¿y por qué no íbamos a creer en el ascenso?».