Lunes por la mañana, comienzo el día leyendo la entrevista que La Tribuna realiza a Carlos Velázquez. No tenía pensado hablar de este tema hoy, pero las palabras del ya alcalde de Toledo me han llevado a sacar una conclusión preocupante: Toledo se para. Y lo malo es que a esto hay que añadirle la coletilla de 'otra vez'.
Velázquez ya lo avisa: en esta legislatura no habrá POM. O lo que es lo mismo, que cualquier proyecto de crecimiento de la ciudad se retrasa otros cuatro años más. De momento, los trabajos previos del Plan de Ordenamiento Municipal de Tolón se van a la basura. ¿La razón? No la da ¿Lo que pienso yo? Que todo es cosa de la eterna manía de los políticos de querer dejar su impronta y de ese mantra un tanto egocéntrico que lleva a pensar a nuestros gobernantes que 'lo que han hecho otros a mí no me vale, que para eso el alcalde soy yo'.
También leo que el nuevo equipo de Gobierno está pensándose eso de llevar el cuartel de la Guardia Civil a La Peraleda. Su idea ahora es la dejarlo en el barrio, en Palomarejos, trasladando las instalaciones a los terrenos del Virgen de la Salud. Parto de que la idea, per se, no me parece aberrante, pero ¿nadie se ha planteado cuánto tiempo va a costar mover todo el proyecto? Y lo que es peor ¿otra vez?   
Después de 20 años oyendo hablar del traslado del cuartel, un nuevo cambio de planes puede convertir a este proyecto en la huida de Moisés por el desierto. El de los 10 Mandamientos tardó 40 años en llegar a la Tierra Prometida y, a este paso, ninguno de los guardias que oyeron hablar en algún momento de una mudanza en breve, va a llegar a verla en activo.
Pero más allá de los eternos proyectos urbanísticos que nunca terminan de llegar, también me ha llamado la atención la manera de nadar y guardarse la ropa del nuevo alcalde con respecto al PP regional. Reconozco que yo soy siempre mal pensada, pero en las palabras de Velázquez detecto ruido de sables. Obviamente, no es tiempo de hablar de cambios a un mes de las elecciones generales, pero como bien pregunta La Tribuna, ¿qué pasará en septiembre?
Hace dos semanas, en la fiesta de La Tarasca que organizó este diario, vi la 'foto' de la situación actual del PP regional: Velázquez rodeado de gente en el centro de la fiesta, y Paco Núñez, sólamente acompañado de sus fieles, en uno de los extremos. Creo que no hacen falta más comentarios.
Recién investido alcalde de Toledo no es momento de mover ficha de cara a postularse como nuevo líder regional del partido, pero frases como «el Partido Popular en Castilla La Mancha está mejor que hace cuatro años, y eso es gracias a todos los que nos hemos presentado a las elecciones municipales», son reveladoras. Y me dirán que luego añade que el resultado electoral también es cosa de Núñez, porque «ha trabajado a lo largo y ancho de esta región». No sean ingenuos, esta frase, traducida del lenguaje político al castellano, significa que Velázquez le está diciendo a Núñez que se le ha pasado el arroz de las autonómicas, que ya lo ha intentado dos veces y ha perdido ambas. En política no vale esto de 'lo importante es participar', se lo aseguro.
No sería la primera vez que el líder del PP regional es un alcalde toledano sin escaño en las Cortes autonómicas. La cosa es que, si entra en la lucha por la Junta, ¿qué pasará con la ciudad? Recuerdo que el último que lo hizo fue Molina, posiblemente uno de los peores alcaldes que ha tenido la ciudad. Aviso a navegantes: en su última legislatura Toledo estuvo a punto de perder la declaración de Ciudad Patrimonio de la Humanidad de la Unesco. Se verá.