Constantemente nos gusta hablar de los diferentes planos que rodean la preparación de un equipo de fútbol de cara a la competición. Desde la parte física, técnica o táctica hasta los aspectos más psicológicos o sociales son fundamentales para tratar de obtener el mejor rendimiento.
En este último plano, el más mental y relacional, es donde juega un papel fundamental la afición. Y el CD Toledo puede presumir de tener la afición más numerosa de la categoría, con sus más de 2.000 abonados.
Afición que creo que ha demostrado con creces que siempre está ahí. Y es que no es algo sorpresivo ver cómo los campos que visita el CD Toledo se pueblan de una masa verde, a veces con mayor o menor presencia, pero siempre el equipo cuenta con ese apoyo vaya donde vaya.
Aquí es donde radica el éxito de un club, para mí más que en sus resultados, que claro que son importantes, pero la categoría de una afición es prácticamente infalible. Si el club, el equipo y la afición van de la mano y están interconectadas, como si de una relación simbiótica se tratara, los resultados llegarán, seguro.
En su relación con el equipo, cuando éste está sobre el césped, ese aliento, ese empuje, esos ánimos en los momentos difíciles y también en los buenos, pueden determinar el devenir de un partido, esa motivación extrínseca que te lleva a más.
En su relación con el club, la capacidad de escucharse de ambas partes, de ir en una misma línea, de conocer el sentir real es otro extra inmedible. Y de la salud de esta relación es fiel reflejo esos autobuses que se organizan y llenan cada quince días.
Sé de buena tinta que la afición de nuestra ciudad es crítica y exigente, pero también fiel como pocas. Y, si siempre digo que el fútbol es de los futbolistas y que aspectos como la historia, el escudo o el estadio realmente condicionan poco un once contra once, pero creo que una afición, y más con la historia de la verdiblanca, sí que condiciona y mucho en positivo.
Muchas veces, lo fácil es ser fiel seguidor de un equipo de Primera o Segunda división, en la mayoría de los casos, diferentes a tu lugar de origen, pero ser del Toledo seguramente no sea tan fácil, y aun así consigue hacer sentir el escudo y lo colores a toledanos y foráneos que lo hacen propio.