Alejandro Bermúdez

Con los pies en el suelo

Alejandro Bermúdez


¿Se atreverá el PP?

21/04/2023

Si realmente España recupera la cordura y manda a Pedro Sánchez a su casa, aunque le tenga que regalar su querido colchón, sería imprescindible que el nuevo gobierno aprobara una ley 'ómnibus' para devolver la normalidad a la sociedad.
Una ley 'ómnibus' es aquella que regula asuntos diversos, sin conexión entre sí. En el mundo jurídico no goza de gran predicamento por tratarse de una miscelánea sin una estructura homogénea por contemplar asuntos dispares pero hay momentos en que la deriva legislativa ha sido de tal calibre que es necesario poner orden de forma urgente. En nuestra situación actual creo que nos jugamos hasta la salud mental.
Para  entender lo que digo no creo que sea necesario hacer un listado completo de los disparates originados por la diarrea legislativa de Pedro Sánchez, con los que ha contentado a todos los extremistas de España. Esos disparates son el precio pagado por mantenerse en el cargo.
Desde la despenalización de la sedición, pasando por la 'ley del sí es sí', siguiendo por la 'ley trans', la de la vivienda, la de protección animal, la de educación, y toda la normativa que permite a gobiernos regionales perseguir a quienes hablan en español, poner un mínimo orden en la administración de justicia, deberían ser objeto de una regulación urgente, bien para suprimir las partes más nocivas e irracionales de ellas, bien para suprimirlas completamente. ¿Pero se atreverá el PP?
La historia nos demuestra que hasta el momento todos los gobiernos del PP que han sucedido a los gobiernos socialistas  han santificado lo hecho por sus antecesores. Obviamente no sería bueno que cada gobierno derogue y haga tabla rasa de la labor del anterior, pero sí es necesario que los nuevos gobiernos corrijan las erróneas derivas que hayan tomado los precedentes, entre otras cosas porque, si los ciudadanos deciden cambiar de gobierno es porque no están de acuerdo con la labor del que tienen y es necesario reorientar la brújula.
Esta incapacidad para corregir el rumbo por los gobiernos del PP es lo que está permitiendo en gran medida la subsistencia de VOX. Si vemos las encuestas electorales, donde el PP tiene candidatos que, aún siendo moderados, muestran sus ideas sin complejos, VOX no tiene mucho éxito. En algunos ni siquiera entra en el parlamento. Si el electorado confiara en que el PP desarrollaría su gobierno conforme a la ideología moderada y liberal que predica, VOX se vería en serios apuros para subsistir. Porque no es verdad que la política de componenda y disimulo dé votos. Cuando un candidato esconde su esencia ideológica pierde el apoyo de sus correligionarios. El problema es que muchas veces se confunde la moderación con el pasteleo… La sociedad ya va conociendo la diferencia.
Los gobiernos de izquierda lo tienen más claro: no dejan títere con cabeza cuando entran en una institución, como pasó, por ejemplo con la ley de educación.
El PP es distinto, su timidez y complejo ideológico le impide gobernar conforme a sus credos reales y siempre santifica la herencia que recibe de sus antecesores. Esa timidez en la corrección del rumbo acaba por decepcionar y desanimar a su electorado, a quienes lo han apoyado, y termina por perder el ejército de defensores que es necesario para no verse arrinconado en la sociedad. ¿Se atreverá el PP al cambio?