Miguel Ángel Dionisio

El torreón de San Martín

Miguel Ángel Dionisio


Camino de los altares

19/10/2022

Ya les he hablado en alguna otra ocasión de él, y sin duda, lo recordarán por su curioso nombre. Martín Martín Martín-Tereso. Un misionero toledano, nacido en Sonseca, que pasó la mayor parte de su vida en Argentina. Les señalé la fama de santidad que en la ciudad de Tucumán, tenía, ya en vida, y el cariño popular y aceptación por parte de toda la ciudadanía, por su dedicación a los pobres, los enfermos y los ancianos, fiel a su lema 'trabajar para Dios no tiene horario'. Tras su fallecimiento, el reconocimiento de los tucumanos se manifestó en la dedicación de una rotonda y la erección de un monumento.
Desde el mismo momento de su muerte, el 25 de junio de 2011, fueron numerosas las personas que solicitaron que se iniciara su proceso de beatificación, un clamor popular que ha ido creciendo, de modo que el arzobispo de la diócesis decidió comenzar, junto a la Hermandad de Sacerdotes Operarios Diocesanos, a la que pertenecía nuestro protagonista, dicho proceso. En los pasos previos, que corresponden a la recogida de documentos y elaboración del informe histórico, tuve la alegría de poder participar, como miembro de la comisión histórica, lo que me permitió estudiar en profundidad su figura, redescubriendo por dentro, en su evolución personal, humana y espiritual, a quien conocí en vida, comprendiendo mejor las claves de su sencillez, humildad y buen humor, con el que alegraba a todo aquel con quien se encontraba.
Tras esa fase, necesaria en su rigor histórico para iniciar, o descartar el inicio, de un proceso de beatificación, el pasado miércoles 5 de octubre tuvo lugar, en el arzobispado de Tucumán, la apertura de la causa de beatificación del que ya se denomina Siervo de Dios. Es el comienzo de la recogida de testimonios que confirmen la fama de santidad del padre Martín, como le llamaban en la ciudad (otra denominación más simpática era la de Martín al cubo)
Más allá de que se sea creyente o no, que una figura nacida en nuestra tierra alcance un reconocimiento de alcance internacional, es causa de legítimo orgullo. En un mundo marcado por tanta injusticia, por tanta violencia, por tantos personajes tóxicos que van emponzoñando nuestra sociedad, figuras como la de Martín, modelo de entrega y generosidad, de servicio abnegado y radical a los más necesitados, es un pequeño destello de esperanza, un signo de que, a pesar de todo, el ser humano puede ser mejor y que trabajar para cambiar las cosas, vale la pena.
Ah! Martín no es el único toledano que ha marcado la historia de Tucumán, pues la fundación de la ciudad de San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión, que tuvo lugar el 31 de mayo de 1565, se debió al conquistador español Diego de Villarroel, nacido en Puente del Arzobispo.
Martín, patrimonio humano de Sonseca, de Toledo, de Argentina, y pronto, universal.

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