La pequeña población de Otero vuelve a saltar por segunda vez en pocos días a la crónica de sucesos provincial debido a los clubes de alterne situados en las afueras de su término municipal, junto a la Autovía de Extremadura A-5. Si a principios de esta semana se conocía la detención de un falsificador de documentos de identidad que usaba como taller una casa de citas abandonada en este municipio, ahora se ha sabido que en otro local de estas características operaba una red dedicaba a prostituir de manera forzada a mujeres de nacionalidad paraguaya. Fuentes cercanas a la investigación han confirmado la ubicación de este prostíbulo en la zona de casas de citas situadas junto a la calzada de la A-5 hacia Talavera en el término de Otero. La operación efectuada por el Cuerpo Nacional de Policía se ha saldado con ocho detenidos, así como la liberación de las féminas prostituidas.
Según informa la Dirección General de la Policía a través de un comunicado, la investigación se inició a partir de una llamada telefónica realizada al teléfono 900.10.50.90, un servicio específico de denuncias de la Brigada Central contra la Trata de Seres Humanos de la Policía Nacional. Un ciudadano alertaba sobre la situación de las mujeres que trabajaban en un local, sometidas a un férreo control por parte de otros empleados varones y por los sistemas de seguridad instalados en establecimiento.
Las pesquisas permitieron descubrir una organización liderada por un hombre y su pareja sentimental. Esta mujer, de nacionalidad paraguaya, aprovechaba los lazos que mantenía con su país natal para desarrollar una red de captación de mujeres. Las víctimas captadas por la red se encontraban habitualmente en situación de necesidad, y eran convencidas de que podían ganar grandes cantidades de dinero trabajando para la organización en España. Una vez aceptaban, los captadores se encargaban de proporcionar a las jóvenes la documentación necesaria para que pudieran fingir un viaje turístico a España, entregándoles pasaportes y ‘bolsas de viaje’ con dinero en efectivo, reservas hoteleras y billetes de avión de ida y vuelta. También las aleccionaban sobre cómo actuar durante el viaje y cómo responder a las posibles preguntas de las autoridades en aduanas.
Una vez en España, las mujeres eran recogidas por colaboradores de la organización, que las trasladaban directamente hasta el club.
Pero cuando las mujeres llegaban al club, eran encerradas y se les reclamaba una ‘deuda’ por su viaje de unos 3.500 euros, que las víctimas debías pagar para salir. La deuda se incrementaba constantemente por conceptos como su propio alojamiento en el prostíbulo y un sistema de multas por motivos arbitrarios como retrasarse en el comienzo de la jornada, no trabajar por encontrarse indispuestas o utilizar el teléfono móvil en las salas de alterne. Así acababan recluidas en un «fortín», como la define de Policía, en el que eran vigiladas por un circuito cerrado de TV, e incluso eran aleccionadas para esconderse si se producía un registro policial.
Se cree que la red, de este modo, obtenía unos ingresos de un millón de euros anuales. La operación ha sido culminada por agentes de los servicios centrales de la Policía y de las comisarías de Toledo y Talavera de la Reina.
La conexión paraguaya en la trata de mujeres.
Paraguay es una de las repúblicas con más bajo nivel de vida de Sudamérica. Esto lleva a que este país sea habitualmente uno de los caladeros donde las redes de explotación sexual que operan en España captan a mujeres para su explotación forzoso.
Un ejemplo pudo verse en un juicio celebrado el pasado mes de abril de 2011 en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial de Toledo, en el que fueron procesadas siete personas por su presunta pertenencia a una trama que traía féminas de Paraguay para prostituirlas en un local de Santa Olalla y otro de Madrid. En aquel proceso, la Fiscalía denunció que la red trasladaba a las mujeres que llegaban desde Paraguay engañadas con la promesa de un contrato de trabajo como camareras, viéndose luego obligadas a prestar servicios sexuales en las casas de citas. Esta versión fue confirmada por dos víctimas durante la vista oral, que declararon que el grupo les encerró en una habitación y les quitó sus pasaportes, evitando la explotación sexual gracias a la intervención de la Policía.
Este juicio se saldó con la condena a tres personas a penas de entre un año y medio y dos años de prisión por delitos contra los derechos de los trabajadores y prostitución.
Las Fuerzas de Seguridad rescatan a 701 mujeres.
La operación policial desarrollada en Otero se conocía justo ayer, cuando se conmemoraba el Día Europeo contra la Trata de Seres Humanos. En esta simbólica jornada, la Fuerzas de Seguridad del Estado confirmaban que en lo que va de año han rescatado en España a 701 mujeres de las redes de explotación sexual y laboral, además de haber detenido a unos 590 implicados en estas prácticas.
El Cuerpo con mayor número de actuaciones en este ámbito delictivo es el de Policía Nacional, al tener competencias privativas en aspectos relacionados con la extranjería. Durante los nueve primeros meses de 2014 los agentes de la Policía Nacional han realizado un total de 201 operaciones contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. En estas actuaciones se ha procedido al arresto de 555 personas y se ha identificado a 542 víctimas. Además, desde el año pasado este Cuerpo ha puesto en marcha un Plan Policial contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual.
Por su parte, la Guardia Civil ha liberado a 159 mujeres que eran explotadas sexual o laboralmente por integrantes de redes de Trata de Seres Humanos en lo que va de año, según ha informado en una nota. Se ha detenido a 35 personas en el transcurso de 41 operaciones desarrolladas en todo el territorio nacional, de las que 10 se han efectuado contra la explotación sexual y 31 contra la explotación laboral).
Asimismo, los agentes de este Cuerpo han realizado 890 inspecciones en lugares donde se ejerce la prostitución, donde se han identificado a más de 6.000 mujeres en situación de riesgo.