La Asociación Protectora de Animales de Talavera (Apata) ha logrado del alcalde de la ciudad, Jaime Ramos, un compromiso para que la localidad no vuelve a permitir más la instalación de circos que cuenten con animales salvajes.

Según explicó a este diario una de las integrantes de Apata, María del Carmen Pérez, quien junto a otros representantes de la citada agrupación mantuvo ayer precisamente una reunión con el primer edil y la concejala responsable del Centro de Acogida de Animales, María de los Ángeles Núñez, esta medida supondrá que Talavera se convertirá en la primera población de Castilla-La Mancha en rechazar la presencia de espectáculos circenses con especies en peligro de extinción.

Sobre este punto, Pérez subrayó que en estos momentos ya hay en España 139 municipios cuyos ayuntamientos han tomado la determinación de no permitir la instalación de este tipo de circos. «Una sociedad culta no puede admitir esto, porque es ir contracorriente», señaló sobre este punto la portavoz de la protectora de animales talaverana.

Además, adelantó que en breve pondrán en marcha una campaña informativa para dar a conocer a la sociedad los perjuicios que sufren los animales de los circos. «No son payasos», manifestó María del Carmen Pérez, quien también criticó los duros entrenamientos a los que son sometidos, al igual que el impacto que supone para ellos el estar fuera de su hábitat natural.

Del mismo modo, comentó que aprovechó el encuentro con el regidor para transmitirse el rechazo de Apata a las atracciones de feria en las que se utilizan ponis como entretenimiento infantil. En su opinión, este tipo de montajes no deberían estar permitidos por las malas condiciones en las que se encuentran los animales.

El próximo mes de febrero se instalará un circo en la ciudad, debido a que ya tiene licencia para ello. Pero todo apunta a que será el último.