¡Qué retrato se ha hecho él solito! Ahora se llama 'selfie'. Se lo ha marcado con una propuesta en lugar de con una cámara. ¡Nada menos que seis debates! Uno a la semana. Como el que manda es él, no tiene por qué tener en cuenta a nadie más. Decreta que ni Podemos, ni Vox, ni ningún grupo más existe, y la campaña se hace en torno a él y a Feijóo, él siempre delante.
Resulta realmente arcaico y muestra su mentalidad retrógrada sin pudor alguno. Seis debates… Yo creo que para completar la obra debería haber añadido 'un porrazo' en la plaza del pueblo, una apuesta a ver quién 'mea' más lejos (disculpen la vulgaridad) y, si no es bastante, finaliza con un combate 'a topa carnero'.
Si no fuera nuestro presidente del gobierno, preguntaría de dónde ha salido 'el paisano'. Pero no hace falta preguntarlo. Conocemos sus orígenes: un título obtenido con trampa y el arrojo del que no tiene donde ir.   
¿Por qué la sociedad actual construye tanto ídolo, no con los pies, sino con la cabeza de barro? Yo no creo que exista precedente en ninguna parte de una propuesta semejante. Resulta que estamos en un sistema parlamentario más o menos proporcional, que las elecciones que hay convocadas son para elegir, precisamente, a los miembros del parlamento, no al dios sol. Resulta que en la actuales Cortes hay más de una docena de grupos, y con estos mimbres, nada menos que el presidente del gobierno, decreta la supresión de esta diversidad para convertir las elecciones en un combate a dos.
No sé si alguien de su entorno ha reparado en el matonismo de la propuesta: 'duelo en el barro' … lógicamente él aparecería en el Falcon y Feijóo a pié, para eso es más bajito, salvo que midamos lo que cada uno tiene bajo los pies.
Le ha faltado proponer que tras los debates, Tezanos haga un sondeo para conocer quién ha sido el vencedor y una vez conocido ya no harían falta elecciones… No quiero dar más ideas porque visto el nivel…
Algunos dicen que a nuestro presidente del gobierno le ha cegado la soberbia. Si me permiten discrepar, pienso que realmente jamás tuvo luces. Porque si se analiza su actuación al frente del gobierno, no ha tenido más ciencia que la absoluta falta de escrúpulos. Nunca aglutinó a nadie alrededor de una idea positiva, su mecanismo fue tan simple que usó dos muletillas para conseguir aliados: el centralismo español para aliarse con los separatistas y la amenaza de la derecha para aglutinar comunistas. Su gestión, si ha tenido alguna luz, ha sido muy lejana. Nos va a dejar con más violadores en la calle, más sucesores de ETA en las instituciones, más déficit público, una sanidad en problemas, una deuda pública disparada y un déficit por encima de los niveles que va a exigir la CEE sin tardar.
¿Para qué quiere tanto debate Pedro Sánchez? Salvo que se considere con dotes de prestidigitador o encantador de serpientes, su obra ya habla por él. Ya sabemos lo que valen sus promesas; ya sabemos cuál es su único objetivo en Moncloa; ya sabemos el amor que tiene por la verdad; ya sabemos cuánto le gusta la manipulación… ¿Qué nos puede mostrar que no hayamos visto con nuestros ojos?