Manuel Juliá

EL TIEMPO Y LOS DADOS

Manuel Juliá

Periodista y escritor


Juego de sombras y miedo

25/03/2024

Algunas informaciones son como gordas aceitunas ancladas en nuestra garganta, véase la entrevista de la ministra de Defensa en La Vanguardia. Nos los puso de corbata. Pero yo, como la mayoría la gente, vacunado por las distopías de las plataformas, me dije aquello de que ni lo quiero saber ni lo pienso. Luego que mal haríamos en no gozar lo más posible de la felicidad por si acaso. Dice el poeta Hafiz que no tomes en serio nada, que la gente sobre el blando se complace en echar cargas. Y eso parece la actualidad, un montón de cargas que nos echan sobre los hombros. Los indepes, por ejemplo, ya están en la guerra de quedarse sus impuestos y el referéndum de independencia. El artículo 2 y el Titulo VIII son muros constitucionales insalvables. Espero que en esto no encuentren ninguna ingeniería creativa.  
Sobre lo otro, cierto es que los estrategas del Pentágono evalúan en un 50 por ciento que Putin se suelte el dedo, que la película Oppenheimer nos hizo temblar las vértebras y que en el otoño de 2022, viendo como su ejército retrocedía, Putin estuvo a punto de hacerlo. Hasta repartieron material de defensa radiactiva por la zona. Pero en una reciente entrevista ha aclarado que no habrá guerra nuclear y el mismo Borrell ha dicho que no se alarme a nadie, que aún queda alguna que otra cabeza sensata en la geopolítica. No voy a decir eso del Carpe Diem, más gastado que el hueso de jamón del Domine Cabra, en el Buscón, pero sí que pasa el tiempo y más vale tener buenos recuerdos que malos pensamientos. O sea, que ni Putin ni Puigdemont nos descabecen una buena sonrisa frente a un día bello. 
Y reaparece otro actor en la tragedia de la actualidad. El Estado Islámico (EI), quien como dice Blanca Camps-Febrer habría que catalogar de islamo-fascismo, una organización terrorista que se pretende Proto-Estado. Realiza una interpretación tergiversada del Corán aprovechando que nadie habla el árabe en el que está escrito. Por ello en manipuladas traducciones llena de sangre la sharía (la ley islámica). Sobre la yihad recoge una acepción minoritaria de El Corán que la define como conflicto bélico para la defensa del islam. Según el diccionario de Luz Gómez García, yihad significa «esfuerzo tanto interior como exterior del musulmán por mejorarse y mejorar lo que le rodea»... Sin embargo, estos locos de la vida matan todo lo que pueden, y a los propios musulmanes, si son sunitas. 
En Rusia, en la sala de conciertos del centro comercial Crocus City, donde 6.000 personas iban a ver al grupo de rock Piknik, mataron todo lo que se les puso por delante. Putin dijo que fue Ucrania. Luego, cuando el IE lo reivindico, dijo que al menos había ucranianos en el ajo. Esto nos suena.