El CD Illescas no deja de demostrar que, como ya comentábamos, nada es casualidad, y su apuesta de futuro gracias a un proyecto real y bien aterrizado sigue consolidándose día a día. Me atrevería incluso a decir que, más que aterrizar, va despegando.
Si la temporada pasada ya consiguió entrar en 'playoff', en esta repite la gesta, y la supera pasando la primera ronda. Y lo mejor de todo, es que creo que a pocos ha sorprendido su clasificación para la final por el ascenso a Segunda Federación del Grupo 18 frente al CD Quintanar del Rey.
Clasificación nada fácil, dura y sufrida. Pero a sufrir creo que es algo que el CD Illescas ha aprendido especialmente al final de esta temporada. Partidos duros, muchas cosas en juego y derrotas que, bien gestionadas, proporcionan grandes aprendizajes a jugadores con hambre de crecer.
Nadie se puede aventurar a prevenir que pasará en la siguiente eliminatoria entre el segundo y tercer clasificado de la liga regular, dignos merecedores de esta final, y más con la incertidumbre tan atractiva que tiene el fútbol donde todo puede pasar. El rival, con una tendencia todavía mejor que el CD Illescas en los últimos años, consiguiendo jugar 'playoff' y pasar eliminatorias, será un rival muy complicado, y más aún a doble partido, pero estoy seguro que ambos equipos, al igual que han hecho durante toda la temporada, propondrán un fútbol vistoso y atrevido.
Mirando hacia atrás, la historia reciente del CD Illescas, con ascensos y descensos constantes a Tercera División, no parece un espejismo que ahora, por qué no, haya llegado la hora de mirar cotas mayores. El club se ha profesionalizado en casi todos sus ámbitos, las secciones masculina y femenino van cosechando buenos resultados, y la cantera sigue dando que hablar.
Deseo que esos pasitos pequeños, pero firmes del Illescas, le ayuden a recorrer un camino aún largo y duro, pero muy bonito, y cuya afición, también creciente domingo a domingo, seguro que, independientemente del resultado final, sabe apreciar y agradecer.