Efectivamente, Castilla-La Mancha es un destino de interior de alto interés y a la altura de los mejores destinos de nuestro país. Con una riqueza cultural y patrimonial por encima de muchos destinos, y con un tesoro histórico y artístico, apenas conocido y reconocido a nivel internacional. 
Ello no es un déficit de interés y atracción para nuestra tierra, pues el buen conocedor de nuestra geografía sabe que, en cualquier momento, encuentra visitantes de cualquier parte del mundo recorriendo nuestros cuasi infinitos caminos. 
Tenemos que seguir trabajando, todos a una: instituciones, empresarios y residentes por colmar las expectativas de aquellos que, de manera respetuosa, motivada y marcado interés por conocernos, vienen a visitar nuestros diferentes atractivos turísticos. 
El éxito en el turismo de nuestra región no lo hemos de medir, como se hacía en los años 80 del siglo pasado, a partir del número de visitantes y, para añadirle un marchamo de calidad, por el gasto diario por turista al día en cada localización. Se puede medir por la satisfacción que muestran los visitantes en nuestros alojamientos, en nuestros restaurantes, en nuestros museos o en aquellas actividades que lleven a cabo en cualquier rincón de nuestra extensa y variada región.
La calidad turística es medible, la satisfacción también, por muy subjetiva que ello parezca y todos aquellos pormenores que le puedan pasar durante su estancia, pero para ello hace falta un esfuerzo aún mayor. Por parte de nuestras instituciones públicas a través de la creación de planificación y gestión, puesta en manos de profesionales con formación especializada en Turismo. Por parte de nuestros empresarios, apostando por negocios que generen empleo de larga duración, con oportunidades de desarrollo profesional, con satisfacción por llevar a cabo un trabajo en nuestra tierra que se dedica a satisfacer las necesidades de nuestros visitantes. Por parte de los residentes implicándose en la mejora constante de las posibilidades de cada destino turístico a partir del mejoramiento de su calidad de vida, de su orgullo de pertenencia y de habitar en destinos que son atractivos turísticos diferentes a cualquier otro lugar en el mundo. 
Somos una región de interés, pero hace falta más interés por la mejora continua, por el desarrollo constante, por el apoyo y la generación de nuevas y competitivas oportunidades, se puede.