Cada año por estas fechas en el hemisferio norte, sobre todo en la cuenca mediterránea se da la cosecha de las uvas, que todo el mundo conoce como vendimia. Siendo la vendimia el primer paso para el proceso del milagro verdadero, de hacer vino, ese noble líquido que desde hace casi unos ocho mil años, nos lleva acompañando a buena parte de la sociedad occidental, como un elemento fundamental de la cultura y asimismo muy trascendente, para muchas de las distintas sociedades, que han ido componiendo la historia. Ciertamente sin el vino, la humanidad del vino no hubiera llegado a estar y ser, lo que somos, aunque, a día de hoy, el vino, tan solo es un fundamento y sustento económico, que no es poco, y súper negocio para una elite, por su nivel de especulación de algunos. Por ello creo, que, al margen de los avatares y problemas, solamente preocupantes en lo monetario, para quien tiene las tierras de cultivo, al cual le pagan mal y muy poco ¡siempre!; los bodegueros que, ¡siempre! dicen hacer algo excepcional y por eso muchos de esos vinos los cobran a 'cojón de mico', en muchos de sus casos habiendo mal pagado al productor.
Después los hosteleros, que todos tras un arduo estudio financiero sobre los beneficios netos sobre una botella, ¡siempre! cobran, eso si muy justificado desde un 300% hasta lo que quieran poner, porque por lo visto le dan un valor añadido (in)explicable, y como no los arribistas de ciertos críticos, allegaos, conocedores y hasta sumilleres o somelieres o somieres, que también hacen incrementar el producto, por una labor de difusión de la cultura vínica, pero solo lo que buscan estos últimos son las prebendas y los muchos dineritos, por solo dar al público aire, como la mayoría de políticos y charlatanes, que sólo dan aire y se lo llevan 'muerto', diciendo que tal acción beneficia a todos (esa acción se justifica con las muchos dineros sueltos públicos que solo ellos reciben, y dicen administrar para el resto), pero, quien solo sale beneficiado, sólo es quien lo dice, y el resto sigue igual o peor, aún más arruinado. igualmente, están los estamentos oficiales, como las consejerías, ministerios o direcciones generales, que junto a los seudo-oficiales, como las interprofesionales, las asociaciones de todo pelaje, los consejos que regulan el mercado y el producto (¿dicen, cuentan, comentan?) las ferias de promoción, las actividades de cata y promoción y demás, que solo hacen lo que los de antes ¡nada!, porque tras muchos años sobre este asunto, todo sigue igual, y se sigue vendiendo Rio… o Rib… o Rue… y el resto de los otros lugares todos los años igual ¡nada! Y los últimos cercanos al vino son los medios de comunicación, que, en su inmensa mayoría, hacen acciones puntuales que ciertamente su resultado es ¡nada! Por todo ello, en este renacer a una nueva vida que viene, modestamente intentaré hacer solo 'cultura y vino', nada más. Porque, lo demás es gritar en el desierto, y por eso como aunque todos oyen los gritos, y nada hacen, yo sigo cabalgando, y que los demás sigan con sus ladridos y la búsqueda de su egoísta beneficio.