Incendios provocados arrasan más allá de Vía Tarpeya

J. Monroy
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Las llamas han afectado a una granja y los bomberos han trabajado en zonas inaccesibles en otro incendio con ocho o nueve focos muy distanciados en el entorno de la atalaya «con la clara intención de hacer daño»

Incendios provocados arrasan más allá de Vía Tarpeya

Parece que los pirómanos del barrio del Polígono no tienen suficiente con los cipreses. Desde el 18 de marzo, los bomberos han recibido 14 avisos en el barrio, de lo que tuvieron que apagar siete incendios, algunos muy pequeños en contenedores y pinos, pero también otros provocados e importantes en los espacios que hay al otro lado de Vía Tarpeya, cerca de los depósitos del agua. Estos conatos se han producido tras un pequeño monte, por lo que por lo general no se han visto las llamas desde el barrio, y de noche, por lo que tampoco se ha divisado el humo. Hasta ahora el más importante fue el 19 de marzo, un incendio provocado de ocho o nueve focos en lugares muy inaccesibles que pudo ser una desgracia.

Vecinos que pasean habitualmente por la zona contabilizan hasta ocho incendios en un mes, uno cada cuatro o cinco días. Son fuegos, explican, que se han extendido por los pequeños montes que hay al sur del Polígono, hacia Nambroca, y han llegado a afectar incluso a una granja, cuyo edificio ha quedado calcinado. Afectan sobre todo a los arbustos de la zona, aunque también han llegado a algunos árboles, sobre todo encinas y coscojas.

Estas mismas fuentes señalan como posibles autores a un grupo de menores a los que han visto en varias ocasiones cerca de las llamas. También a los bomberos hay testigos que les han comentado que vieron a menores corriendo por la zona. Aunque la Policía Nacional, que acudió a los incendios de los días 19 y 26 de marzo, apunta que no hay identificado de momento ningún grupo de jóvenes menores. No consta denuncia y no se han abierto diligencias.

Incendios provocados arrasan más allá de Vía TarpeyaIncendios provocados arrasan más allá de Vía TarpeyaIncendios grandes y pequeños. El último incendio en esta zona sur, esta vez de pequeñas dimensiones, fue el pasado fin de semana, según han explicado a este diario vecinos del barrio que suelen pasear por allí. Se produjo prácticamente en Vía Tarpeya, junto al camino de los depósitos, lo que facilitó los residentes lo detectaron pronto y avisaran a los bomberos.

Pero también se han producido incendios anteriores más pronunciados. En uno de ellos las llamas han llegado a afectar a una caseta medio derruida de una pequeña granja o casa de campo, donde se guardaban utensilios y un tractor. Los bomberos ya habían actuado allí el 19 de enero. Afortunadamente, una persona pudo salvar al perro que había dentro. Al quemarse todo, apareció también una moto.

En vista de que hasta allí los bomberos llegaron con facilidad, apuntan los vecinos que están denunciando estos actos, parece que los pirómanos decidieron alejarse más dentro del mismo valle, cerca de la atalaya, para poner estos trabajos más difíciles, «a un sitio de dificilísimo acceso, mucho más complicado, han ido a provocar un incendio mucho mayor y más catastrófico». Fue el incendio del 19 de marzo, que según asegura el jefe de Bomberos, Isabelo Sánchez, «puso haber sido un desastre, porque efectivamente, fue en un lugar inaccesible». Tuvieron que acudir varios bomberos a pie con mochilas y bombas de agua y también trabajaron efectivos forestales. Sánchez confirma que fue un incendio provocado, donde se dieron ocho o nueve focos muy separados «con la intención de hacer daño», apuntan los bomberos, algunos en zonas inaccesibles en un espacio de trincheras de la Guerra Civil.

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Este incendio causó más daños en la vegetación, afectando también a algunos árboles como coscojas, y entre las especies animales. No en vano, por la zona hay corzos y zorros, entre otras especies. Los vecinos que andan por allí muestran su zozobra ante la destrucción de estos espacios «cuando media España está ardiendo y aquí encima arde todo de forma provocada, es una pena andar ahora por aquí». Su gran temor es que se extienda por las encinas o que  los pirómanos se vayan acercando, además, a Fuente del Moro.