Jorge Jaramillo

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Jorge Jaramillo


El valor del dato

16/10/2023

Las bodegas cooperativas de la región vuelven a rebajar la estimación de vendimia, según van limpiando los últimos descargaderos, quizás ahora con más certeza que en las dos ocasiones anteriores. De tal forma que, con el mosto en los depósitos y los primeros vinos embotellándose para la campaña navideña, corrigen la cifra hasta los 17,5 millones de hectolitros para concluir que estamos ante la segunda vendimia más corta de lo que va de siglo. Son 3 menos que el primer cálculo de agosto.

A nivel nacional, el Ministerio de Agricultura también ha realizado su primera aproximación lo que certificaría el desastre que ha provocado finalmente la sequía en la mayor parte de las regiones vitivinícolas, así como otras inclemencias meteorológicas sobrevenidas. A nivel nacional, cooperativas espera un volumen de unos 33 millones aproximadamente.

En todo caso, el recálculo en la región podría servir para coger oxígeno después de meses complejos de comercialización, especialmente con los tintos, tal y como como expresan -en un comunicado- los miembros de la comisión sectorial vitivinícola de la región. Confían al menos en que sea más fácil alcanzar el equilibrio en las ventas, incluso defender mejores precios, así como revalorizar las existencias del año anterior, según vayan saliendo.

Y es que los números y las letras que se escriben son siempre claves en un mercado tan global, y su divulgación muchas veces delicada según el momento en el que se den a conocer; también es cierto que en la era digital del "Big Data", resulta casi imposible aplazar informaciones que ya están declaradas ante el Ministerio de Agricultura. Alguna vez han surgido quejas de los interesados por este ejercicio de generosa transparencia frente a la picardía que alguna vez demostraron otros países competidores, acostumbrados a manejar muy bien sus tiempos.

Pero no nos engañemos, porque si no es por un sitio, será por otro. La Comisión Europea acaba de publicar su previsión que recorta hasta los 150 millones de hl en el Viejo Continente, con pérdidas de un 12 y 14% en Italia (43 mill hl) y España. Francia habría revisado al alza su aforo hasta los 46 millones.

En el aceite de oliva pasa lo mismo desde que la AICA reguló las declaraciones obligatorias de las salidas. Mes a mes, tenemos información precisa que explica el elevado voltaje al que están sometidos los precios en origen y destino en este momento por falta de existencias, así como la previsible tensión que mantendrán "al menos hasta el primer semestre del año que viene", según consultores como Juan Vilar, aunque lleguen generosas lluvias. Porque, a estas alturas, lo único que resolverán será la cosecha 24/25 -que no sería poco- por el simple hecho de que apenas restan 248.000 t almacenadas, y la previsión oficial del MAPA no da más de 765.000.

Si tenemos en cuenta que además de España -como principal productor-, no se esperan más de 2,4 millones de toneladas en el conjunto del planeta, y que el consumo se estima -como poco- en 2,8 millones de t, estaríamos ante un déficit de 0,4 millones que quedará sin cubrir. Es  casi lo que representa el gasto interno nacional que roza los 0,6 mill t.

En esta coyuntura -dice Vilar- el consumo se deteriorará más.