El incendio que afecta a las comarcas de Las Hurdes y Sierra de Gata, en la provincia de Cáceres, desde el pasado miércoles ha arrasado ya más de 8.500 hectáreas, según la primera estimación del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Extremadura (Infoex).
Se trata, según ha precisado la Junta de Extremadura en nota de prensa, de una cifra aproximada, ya que dentro del perímetro hay "numerosas islas de vegetación que no han ardido".
Tras la reunión celebrada en la tarde de este viernes, el operativo de extinción mantiene el incendio activo, con nivel 2 de peligrosidad, aunque las perspectivas de evolución "no son tan malas como en las últimas 24 horas".
El trabajo más intenso durante el día se está llevando a cabo en el Valle del Árrago, donde el Infoex ha desplegado la mayoría de los efectivos.
El amplio perímetro trabaja un operativo que supera las 500 personas, entre medios terrestres, aéreos y personal técnico de diversa índole. Aparte del apoyo de las Brif del Gobierno, la Unidad Militar de Emergencia, las dos Castillas, las diputaciones y Madrid, el incendio cuenta con el apoyo de una importante dotación terrestre del Infoca de Andalucía y un centenar de bomberos de Portugal.
Unos 700 evacuados
La dirección del Plan de Lucha contra Incendios Forestales de Extremadura (Infoex) ha decidido la evacuación de 27 de los 80 vecinos de Ovejuela, alquería de Las Hurdes (Cáceres), con lo que ya son unos 700 los desalojados.
El presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara ha detallado que han sido trasladados a Moraleja y los más vulnerables a las residencias de mayores de Torre de Don Miguel, Coria y Pinofranqueado.
Además, se pondrá a disposición la Escuela de Capacitación de Moraleja, la tercera planta del Hospital de Coria y se ha reforzado el Punto de Atención Continuada de Moraleja por si fuese necesario.
Fernández Vara ha agradecido el apoyo que se está recibiendo de CCAA como Castilla-La Mancha y Castilla y León y los ministerios de Transición Ecológica y Defensa.
A su juicio, "es un dispositivo muy completo, no es un problema de recursos materiales y humanos, sino de viento, que es el peor enemigo y que está dificultando enormemente la posibilidad de poder controlar".
Ha añadido que por experiencia el segundo y tercer día son los más "críticos" para saber como evolucionan, aunque "con vientos de hasta 60 kilómetros por hora es muy difícil prever la evolución".
"El que lo ha hecho sabia muy bien lo que hacía, cuando lo hacía cómo", ha señalado el jefe del Ejecutivo, que aboga por dejar trabajar "a los que más saben para dar la mejor respuesta".