El ritmo, la carga de trabajo y las necesidades en los juzgados se reflejan con gran fidelidad en las cifras que aporta a menudo el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). El ámbito judicial ya estaba esperando el informe anual sobre la situación de los juzgados para evaluar la salud de una administración que lleva muchos años arrastrando carencias. 

En líneas generales, la actividad en los juzgados españoles creció un  6,5% en 2022 respecto al año anterior. Si bien, volvió a ser la jurisdicción civil la que notó mayor cambio, con un crecimiento interanual del 8,5% en relación a 2021, aunque la penal también experimentó un crecimiento en el número de asuntos en los juzgados españoles, aunque fue más moderado y no pasó de un 6,6%. 

Estos datos de ámbito nacional también sirven de guía en el análisis de la situación de los juzgados de la provincia de Toledo. Según se desprende del informe del CGPJ, la actividad creció un 5,7% en 2022 respecto a 2021, ya que los juzgados recibieron un total de 75.077 asuntos a lo largo del año. 

Además, los datos apuntan que Toledo va en línea con el crecimiento de la actividad registrada a nivel nacional, puesto que la jurisdicción civil, integrada por  37 órganos judiciales y una Audiencia provincial con dos secciones mixtas, ingresó 36.482 asuntos, un 7% más que en 2021. Parte de ese incremento obedece al aumento del 39% de asuntos en el juzgado de lo Mercantil, un órgano que lleva saturado muchos años y mantiene refuerzos para sacar adelante todo el papel. 

Una lectura más en profundidad también refleja que los juzgados de Instancia, los cinco que operan en Toledo capital, están bastante sobrecargados, puesto que acumularon una entrada de 7.409 asuntos en 2022, una media de 1.481,8 por órgano judicial. 

La separación de jurisdicciones se hizo efectiva el 1 de enero del año pasado, pero el cambio ya adelantaba la necesidad de poner en marcha más juzgados para hacer frente al volumen de asuntos, puesto que uno de los cinco se dedicó en exclusiva a las cláusulas abusivas. Incluso hace meses el juez decano de Toledo, José Ramón Bernácer, afirmó que sería conveniente disponer de dos juzgados más de Primera Instancia porque únicamente cinco órganos para este partido judicial obliga a hacer malabares para aprovechar al máximo los recursos disponibles. En este sentido, se acumularon 35.940 asuntos pendientes a finales de 2022 a pesar de que el ritmo de resolución fue alto y se resolvieron 32.641 asuntos a lo largo del año, 2.366 más que en 2021.

La jurisdicción penal también arroja datos interesantes en este nuevo informe. En los juzgados entraron 34.022 asuntos, un 5,7% más en relación a 2021, por lo que tocaron a 1.030,9 para cada órgano judicial en caso de que el reparto y la actividad fueran equitativoa. 

Más datos. El informe también destaca la actividad de la jurisdicción de lo Contencioso-Administrativo, aunque la carga de trabajo es mucho más moderada y asumible. Los tres juzgados de la provincia registraron una entrada de 1.371 asuntos en 2022, un 14,25% más que el año anterior. Si bien, cada juzgados tocó a 457 asuntos, con lo que su actividad está dentro de una carga de trabajo razonable según los criterios aconsejados por el CGPJ, que oscilan entre 450 y 550 asuntos por órgano.

Esta jurisdicción ha logrado rebajar la pendencia en los últimos años, pero en 2023 realizó una llamada de auxilio por el colapso de estos tres órganos que obligó al Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha a solicitar un par de magistrados más para la jurisdicción.

Por contra, la jurisdicción es la única que ha reducido actividad, ya que su actividad disminuyó en 2022 y los juzgados recabaron 3.202 asuntos, un 10,4% menos que en 2021.