Algunas armas que alcanzaron gran popularidad a lo largo de la historia además de su denominación técnica, recibían sobrenombres o denominaciones, que muchas veces sustituían a la oficial. Una de estas armas fueron denominados como avisperos o 'pepper box' (pimenteros), que recibían su denominación por el aspecto que tenía al verse de frente sus cañones. Este tipo de pistolas consistía en un sistema de disparo único, al que se le añadía un conjunto de cañones con sus respectivas cargas. Y que girando entorno a un eje central ofrecía la posibilidad de realizar varios disparos consecutivos, la repetición, tantos como cañones dispusiera el arma. Lo normal es dispusieran de cinco o seis cañones, aunque existieron ejemplos, algunos conservados en la colección del Museo del Ejército, de hasta 24 cañones.

Esta visión frontal de varios cañones es la que provocó algunas de las denominaciones que anteriormente hemos visto. Estas pistolas fueron muy populares en la segunda mitad del siglo XIX, como arma civil de defensa personal. Ya que, en la insegura sociedad de esa época, el disponer de un arma con varios disparos, y que se podía portar con relativa comodidad y seguridad, gozó de gran éxito, especialmente entre las clases más acomodadas.

Se trataba de un arma tecnológicamente avanzada, y que además se decoraba con grabados en los cañones y armazón, e incluso las empuñaduras se realizaban con maderas nobles o marfil, estuchadas en cajas de terciopelo con todos sus utensilios. Los talleres belgas, especialmente los ubicados en la ciudad de Lieja, alcanzaron gran popularidad, aunque también algunos talleres británicos y los españoles, también produjeron importantes cantidades de ese tipo de armas.

Esta pieza es un buen ejemplo de estos modelos. Se trata de un pequeño avispero de seis cañones en un bloque atornillado a un eje central, y pequeño calibre, 7 mm, de ánima lisa, que están grabados en toda su extensión. El sistema de disparo es de percusión inferior, con disparador de anilla y doble acción, cada vez que aprieta el disparador coloca un nuevo cañón con su chimenea y su fulminante enfrente del percutor. El armazón, que presenta un rebaje en el lateral para colocar el pistón en la chimenea que da fuego a cada cañón, está grabado con motivos vegetales y geométricos, y presenta restos de dorado en diferentes partes. Mientras que la empuñadura la conforman dos cachas de marfil unidas por un pasador.

Presenta la firma de la patente de la casa belga Gilles Mariette, armero e inventor en Cheratte, cerca de Lieja, quien diseñó y registró este sistema de avispero el 17 de julio de 1839. El hecho de poseer un mecanismo de disparo de percusión en la parte inferior 'underhammer' y un disparador de anilla, la convertía en un arma más segura de cara a ser portada dentro de una prenda de la época. Y así evitar que al ser transportada o al sacarla en caso de necesidad, se pudiera producir un disparo accidental.