Los alcaldes se desesperan. Y con razón. Cualquier intervención por embellecer la vía pública conlleva el temor de un acto vandálico que desbarate la buena intención. Así ha ocurrido en Numancia de la Sagra, cuyo Ayuntamiento plantó el pasado día 22 dos olivos ornamentales en una rotonda; han durado cinco días.

Así lo explica a este diario el alcalde, Juan Carlos Sánchez, notablemente enfadado. El conductor debió de parar de noche en plena rotonda para llevarse dos ejemplares con todas las raíces para, probablemente, replantarlo en su propiedad. El Ayuntamiento ha denunciado la sustracción en la Guardia Civil y en la Policía Local para identificar a los autores de la fechoría.

Se trata de una glorieta a las afueras del pueblo, en plena CM-4004. El Ayuntamiento de Numancia decoró la rotonda competencia de la Demarcación de Carreteras para hacer más agradable la entrada a la localidad, pero un trabajador municipal se dio cuenta el miércoles a primera hora que los dos árboles habían desaparecido.

«Veo pueblos tan bonitos con flores», señala el alcalde, quien lamenta también el robo de flores en pleno núcleo urbano.