La «aventura» de ser parte de una mesa electoral

Mario Gómez
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Los elegidos para ser presidente, secretario y vocal desarrollaron durante más de doce horas una labor «sorprendentemente amena», y que dejó anécdotas

Los miembros de las mesas aseguraron que era «toda una experiencia», haber participado de la cita. - Foto: Yolanada Lancha

La suerte elige... y la Junta Electoral bendice. Podría explicarse así el hecho de que tras el sorteo celebrado, entre los electores con derecho a voto, hay un número de personas que deben acudir a formar parte de dichas mesas electorales. Entre sus principales funciones, les corresponde presidir el acto de la votación, controlar el desarrollo de la votación y realizar el recuento y el escrutinio.

Se trata de los presidentes, vocales y secretarios de las mesas electorales, personas que son elegidas para una tarea «poco agradecida a pesar de los 70 euros», y que precisamente este 2023 se ha visto incrementada tras la publicación de la orden ministerial del pasado 27 de mayo.

Los comentarios de los miembros de las mesas instaladas en el Ayuntamiento momentos antes del cierre de las urnas eran de lo más variado. Desde los que llegaban «renegados» a la cita, pero con el paso del tiempo «y los compañeros se ha hecho ameno», hasta los que «venía con la ilusión de desarrollar este papel», a pesar de que «era suplente y no sabemos, pero el presidente titular no se ha presentado». Algo que no es baladí, ya que se puede llegar a incurrir en una pena de prisión de tres meses a un año o una multa de 6 a 24 meses.

Además de «muchas horas» y «ambiente agradable» algunas anécdotas curiosas dejaba la jornada electoral en Toledo. Como explicaba uno de los presidentes de las mesas instaladas en el Ayuntamiento, «ha habido una señora mayor que venía con el DNI definitivo con su foto de hace unos años, pero encima había pegado con celo una actual, por si no la conocíamos», contaban entre risas amables.

Otro votante, de la misma mesa, acudió «con los votos preparados, y al pedirle el DNI, se puso nervioso y nos enseñó sus papeletas electorales», contaban, «hasta que le hicimos ver que lo que queríamos ver era el documento, no sus papeletas». 

En lo que todos los miembros de la mesa coincidían es en que era «una experiencia que todo el mundo tendría que vivir», y que «a pesar de ser una aventura, es del todo recomendable», aunque «lo más tedioso será el recuento», preveían.

Al cierre de las mesas de este Colegio electoral al que había citados más de 3.000 toledanos, la participación rondó el 60%, principalmente concentrada «a mitad de la mañana, y a partir de las 17:30 horas», contaron a La Tribuna.

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