Los vecinos reprochan la falta de criterio del Plan de Suelo

J.Moreno
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Los propietarios de Garciotum temen la pérdida de valor de 200.000 m2 y censuran la poca publicidad del proceso. «Es más por orgullo de familia», dice una afectada

Los vecinos reprochan la falta de criterio del Plan de Suelo

Las aguas bajan revueltas en Garciotum, un pequeño municipio de apenas 200 empadronados en la Sierra de San Vicente. Ayer, el Ayuntamiento recomendó a los vecinos que tomaran precauciones por los valores anómalos de cloro del suministro de agua potable. Pero el verdadero alboroto, cocinado desde principios de mes de junio, se debe al Plan de Delimitación del Suelo Urbano.

Como ya informó este diario el pasado lunes, el Ayuntamiento ha convocado a los vecinos el 7 de julio explicar el contenido del documento. «El ayuntamiento no va a hacer nada que esté en contra de la mayoría de sus vecinos. El ayuntamiento no va a robar ni a expropiar ningún terreno a nadie», aseguraba en un mensaje en sus canales de comunicación.

Pero la oposición vecinal sigue fuerte. «Ha sido todo el proceso muy oscuro», reprocha María José González, una madrileña cuyos padres, septuagenarios, proceden de Garciotum. Como tantas familias, poseen unos terrenos en el pueblo tanto por parte de padre como de madre. Y pueden quedar deslucidos por el trazado del Plan de Delimitación del Suelo Urbano. «No es tanto el sentido económico como el orgullo de familia. Es una herencia que te dejan y ves que se pierde», explica.

María José afirma que su testimonio representa a más de la mitad de los vecinos de Garciotum. Según un comunicado conjunto, unos 200.000 metros cuadrados pasarán de estar calificados como urbano a urbano de reserva y rústico, según el documento sometido a información pública el 6 de marzo en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha. Sólo hubo dos alegaciones, desestimadas por el Ayuntamiento. «No tuvieron constancia los vecinos del pueblo, debido a que son personas mayores», justifican sobre el proceso.

La desestimación de las dos alegaciones, conocida a principios de junio, inició una circulación de boca en boca sobre la posible repercusión del Plan de Delimitación del Suelo Urbano. «Los vecinos han perdido muchos metros de suelo urbano a pesar de llevar años pagando el IBI», expresan estos vecinos. En el caso de la familia de María José, 30 años.

Los vecinos se asombran de los criterios seguidos para dibujar el nuevo suelo urbano. «Dejan fincas divididas con dos tipos de clasificación, una parte de la finca en suelo urbano y otra en suelo rústico. A su vez, hay vecinos a los que han calificado sus casas como suelo urbano de reserva; o bien la casa en suelo urbano y el patio en suelo urbano de reserva. Lo que implicaría que hasta un tercio de las superficies de reserva podrían tener que ser cedidas al Ayuntamiento», temen parte de los garciotuneros, que se reunieron el día 24.

En este sentido, sostienen que exigirán al alcalde la anulación de la aprobación en el Pleno celebrado el 14 de abril o una modificación. «Garciotum está empapelado de pancartas», detalla María José sobre la reacción mayoritaria contra el plan. «Una tierra en un pueblo de Toledo no te sacará de pobre, pero toca la fibra sensible de la gente», apunta.

El alcalde, el socialista Carlos David Palomares, logró una victoria aplastante en las últimas elecciones con la consecución de los cinco concejales, pero la unanimidad del municipio parece tambalearse con el Plan de Delimitación del Suelo Urbano. Falta esperar el resultado de la próxima reunión entre el secretario del Ayuntamiento, los arquitectos encargados del plan y los vecinos, anunciada para el 7 de julio, a las 10 de la mañana en el Centro Cultural.