La Concejalía de Turismo del Ayuntamiento de Toledo se enfrenta en esta nueva legislatura a un reto de altura, intentar conseguir un turismo equilibrado en el Casco Histórico para evitar que termine fagocitando la actividad residencial. Un objetivo que precisa medidas, nuevas estrategias y un cambio de modelo turístico que amplíe miras y posibilite la diversificación necesaria para que Toledo siga promocionándose como Ciudad Patrimonio de la Humanidad y mantenga el crecimiento del sector.

«Soy residente en el Casco y me parece que es la joya de nuestra ciudad y el mayor atractivo que tiene», apunta el concejal de Turismo, Vivienda y Relaciones con la UCLM, José Manuel Velasco. Tiene por delante una tarea compleja en este área y es consciente de que hay que trabajar con cautela y contando con todos los agentes implicados para que el Casco continúe siendo un foco de atracción de turistas y avance en esta línea, pero sin perder de vista su carácter residencial. 

Para ello, el concejal está convencido de la necesidad «de cambiar un poco el modelo turístico» que sigue basándose en el tradicional, que aporta buenas cifras turísticas y acoge «unas nacionalidades u otras dependiendo de la época del año». 

Si bien, Velasco sostiene que Toledo tiene potencial suficiente como para apostar por el turismo idiomático y de congresos. 

La ciudad tiene poco trabajada esta primera iniciativa ligada a un turismo cultural que tiene como principal objetivo el conocimiento y el perfeccionamiento del idioma. Por tanto, se trata de que Toledo ofrezca oportunidades de inmersión lingüística, al margen de su potencial monumental, a todos aquellos turistas que quieran conocer con mayor profundidad el castellano, la segunda lengua materna que más se habla en el mundo, y combinen el aspecto académico con el ocio cultural. 

De momento, las cifras que se ofrecen en España sobre turismo idiomático, que principalmente está vinculado a turistas jóvenes,  no son demasiado altas, pero van creciendo. Desde el sector se apunta desde hace tiempo que este modelo atrae a más de 800.000 turistas a España, con lo que Velasco tiene claro que Toledo tiene que ahondar en esta oportunidad que ya están aprovechando ciudades como Madrid, Salamanca, Cádiz o Granada, entre otras. 

Además, el concejal también considera que Toledo no explota lo suficiente el turismo de congresos y cree que la ciudad está preparada para fomentarlo tomando como referencia el Palacio de Congresos, que además está situado en el Casco Histórico. 

Más habitantes. En el otro lado de la balanza se encuentra la actividad residencial en un Casco Histórico que lleva varios años perdiendo vecinos. En este caso, Velasco entiende «que hay que posibilitar que la gente resida y, sobre todo, dar facilidades» para que el Casco sea atractivo para fijar residencia. El concejal es consciente de que quizá una familia con hijos prefiera optar por otro lugar con más comodidades», pero la zona antigua de la ciudad es muy  llamativa para vivir, pero para incentivar la residencia cree necesario poner en marcha desde el Ayuntamiento distintas políticas encaminadas «a dar facilidades fiscales y de vivienda, sobre todo». 

«Lo que tenemos claro es que no podemos convertir el Casco en un museo», asegura, «porque es fundamental también que a partir de las siete de la tarde tenga vida gracias a los residentes». De momento, José Manuel Velasco desvela estas líneas estratégicas de su área y seguirá trabajando en más iniciativas bajo este enfoque para lograr los objetivos y el equilibrio entre el Casco residencial y turístico.