Compilación de una historia viva del toreo

Mario Gómez
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Ayer, la Plaza de Toros de Toledo, acogió la presentación de la obra que recoge la vida de empresario, apoderado y matador de toros Manolo Lozano, que por prescripción facultativa no asistió

El Aula Cultural Domingo Ortega acogió la presentación de la obra. - Foto: Rafael Villar

La historia de Manolo Lozano daría para varios tomos de la enciclopedia Cossio. El mayor de los hermanos de Alameda de la Sagra, pertenece a una de las sagas más importantes de la historia de la tauromaquia. La familia Lozano, es una de las casas taurina más loadas y laureadas, pero a pesar de correr por sus venas la misma sangre que por la de Pablo, José Luis y Eduardo, cosas de la vida, Manolo creció junto a sus tías y abuelos, lo que le llevó a ser un verso distinto de lo que ha sido el resto de sus hermanos.

A pesar de ello, Manolo se labró carrera como novillero, aparcándola para realizar sus pinitos como empresario llegando a asociarse con Pedro Balañá, máximo exponente de la época y del que Lozano recuerda que «llegó a donde yo estaba en el Hotel Wellington y me propuso asociarse conmigo para llevar juntos todas mis plazas, como la recién tomada de Aranjuez». 

Así lo recordaba Manolo en tantas y tantas conferencias impartidas, donde presumía de que fue Balañá quien lo buscó a él, testimonio que ahora recoge en la obra el coordinador de la misma Julián Agulla.

Agulla atiende a La Tribuna momentos antes de la presentación, excusando en primer lugar la no presencia del homenajeado en ninguna de las presentaciones del libro. «Su salud es delicada, sufrió mal de altura en su último viaje a Ecuador y los médicos le han aconsejado evitar emociones fuertes... imagínate lo que es la presentación de un libro así», relata.

Una compilación, de vivencias y fotografías, en la que se ha hecho un cribado de entre las más de 2.000 instantáneas que Lozano ofreció a Agulla y que colorean «una obra que no es una biografía al uso», «sino un recorrido por la historia de un personaje que tiene mucho que contar».

El coordinador de la obra reconoce que la tarea más complicada ha sido la de ordenar todo lo que Lozano ha relatado. «En ocasiones me contaba historias con saltos temporales, porque es una mente privilegiada, hablaba de sus últimos apoderamientos, y enlazaba con su etapa de torero». Todo ello ha dotado de mayor mérito a una compilación en la que destacan hechos como la propia alternativa de Manolo Lozano, de manos de Manuel Benítez 'El Cordobés' en Tánger, como única condición puesta por el torero de Córdoba para comparecer en la plaza africana. 

Del mismo modo, en la obra 'Manolo Lozano, Historia viva del toreo', cuenta con imágenes tan desconocidas como la del último becerro que estoqueó Marcial Lalanda en un festival en Alameda de la Sagra, días después de cortarse la coleta en Madrid, «en Alameda empezó su carrera y la familia Lozano quería que el último fuera ahí también», explica Agulla.

De este modo, uno de los más trascendentes personajes de la historia de la tauromaquia, con más de 40 toreros apoderados, tiene una compilación, en la que precisamente un capítulo entero está dedicado a cartas y mensajes de agradecimiento que los espadas apoderados por Lozano expresan al polifacético taurino.