La oposición critica las fiestas por fomentar el botellón

La Tribuna
-

Los socialistas afirma que Toledo merece más, necesitando una coordinación entre la organización de las fiestas patronales con la promoción cultural, artística y turística de la ciudad. Creen que la programación ha sido de baja calidad

Carlos Vega, concejal del Grupo municipal Socialista.

El Grupo Socialista en el Ayuntamiento de Toledo ha sido crítico con la programación desarrollada en la celebración de las fiestas de agosto, marcadas por la baja calidad de las mismas y enmarcadas en un contexto de consumo y promoción del botellón, entre el público más joven, que no tuvo otra alternativa de ocio y diversión, afirmando que "Toledo y sus ciudadanos merecen y necesitan un gobierno que sepa compaginar y coordinar la organización de las fiestas patronales con la promoción cultural, artística y turística de la ciudad", al tiempo que ha pedido "una mayor complicidad con los artistas locales para el desarrollo y fomento de sus proyectos personales", y que les tengan presentes en próximas programaciones, al haber sido olvidados en estas fiestas de agosto, recientemente finalizadas.

La mediocridad de las actividades contratadas se ha podido constatar con actuaciones, que no interesaban a la ciudadanía, dándose el caso, en la programación infantil, de una disco-peque que ha dejado imágenes de un escenario vacío emitiendo vídeos musicales y sin aforo o momentos de contraprogramación, como ocurrió el día del desfile de gigantes, gigantones y cabezudos, que, a la vez, pero en La Peraleda, tenía anunciada la disco-peque y un cuentacuentos, que nunca empezaba. Sin olvidar una inauguración ferial con un pregón de escasa asistencia y participación, que fue improvisado 48 horas antes del inicio de las fiestas y que, de hecho, no estaba publicado en el programa oficial, como tampoco estuvo y se fue organizando sobre la marcha, los días de la feria sin ruido (14 de agosto) o el tradicional día del niño (19 de agosto).

Al respecto de la baja calidad, el concejal del Grupo Socialista, José Carlos Vega señala que "no es de recibo pretender ser capital europea de la Cultura y organizar unas fiestas patronales con escaso contenido cultural, dando la espalda a la creatividad de los artistas locales y favoreciendo espectáculos de dudosa calidad cultural, sin repertorio, ni creación propia y actuando en playback", como ha sido el caso del grupo Las Nancys Rubias, que han generado controversia y que se ha llevado el 30% del presupuesto total anunciado: 125.000,00€. Lo que define claramente la imagen que, el actual equipo de Gobierno, ha proyectado de Toledo. Ante esta situación, el Grupo Socialista ha reaccionado advirtiendo al equipo de gobierno de la gravedad de la situación cultural que vive la ciudad.

Las fiestas vividas en Toledo han relegado a la ciudad a la cola de las fiestas de la provincia, por detrás del resto de localidades, en lugar de ser referencia como corresponde a una ciudad Patrimonio de la Humanidad, lo que se ratificó con actividades como la Mega Fiesta de Colores, organizada en el espacio de actuaciones del recinto Ferial de La Peraleda, donde las condiciones técnicas volvieron a no ser las idóneas, ante el evidente riesgo que conllevó una actividad propia de otra ubicación. Semejante a lo ocurrido durante los conciertos, en los que las terrazas de las zonas de restauración ocupaban vías determinantes de evacuación y facilitaban material susceptible de utilizar, si se hubiera producido un conflicto multitudinario y donde se reclamó y se echó en falta una atención especializada hacia el público con dificultades físicas, psíquicas o sensoriales, que se mostró perdido y frustrado al no encontrarlo.

Finalmente, el Grupo Socialista quiere destacar la tristeza del espacio escénico de la plaza del Ayuntamiento donde se volvió a repetir la actuación de Rocío Durán, que ya estuvo el pasado año. Así mismo, se mantuvo el tradicional concierto de banda de música, en la noche del 15 de agosto. Lo que vuelve a confirmar la falta de iniciativa y atención mostrada hacia los vecinos del casco histórico de Toledo, barriada a la que se le ha relegado y se le ha quitado el protagonismo de acoger el tradicional acto oficial de inicio de fiestas, por primera vez, en los últimos ocho años.