Diego Izco

TIEMPO MUERTO

Diego Izco

Periodista especializado en información deportiva


No hay pasta

07/10/2020

Va a ser un mercado distinto. Fueron las palabras de uno, 10, 100 o 1.000 dirigentes de clubes y representantes de futbolistas en cuanto se abrieron las puertas del gran bazar, ése que en verano mueve miles de millones e ilusión a raudales entre los aficionados, ése que empieza vendiéndote a 15 jugadores para que solo compres uno, ése que llena portadas y portadas de rumores que rara vez fructifican… Supongo que sí, que esta nueva realidad lleva aparejado un nuevo fútbol en el que no solo no hay público: tampoco hay pasta.

Y eso que nos habíamos hecho una idea, nada descabellada, de que los abonos suponían apenas las migajas en un gran presupuesto. Antiguamente, cuando las televisiones y las quinielas pagaban lo que pagaban, estos abonos y las entradas sueltas aportaban una buena parte de los ingresos anuales de un club. Hoy ese porcentaje se ha reducido notablemente, pero el cierre del mercado ha constatado que todos, o casi todos, han echado el freno: tenemos al campeón, el Real Madrid, que ha hecho lo que hizo por última vez hace cuatro décadas, o sea, no fichar (regreso de cedidos y punto); el subcampeón, el Barça, ha ido quitándose jugadores (de Suárez a Rafinha, de Rakitic a Todibo, de Vidal a Semedo o Arthur) pero el último día de fichajes dependía de que el United comprase a Dembelé para traerse a Depay o a Eric García; o el Valencia, que después de perder a Parejo, Ferran, Rodrigo o Coquelin necesitaba reforzarse para recuperar terreno… pero con 60 millones en ingresos (más veinte en variables) no ha hecho ni una sola incorporación y ha dejado a Javi Gracia con cara de «pero dónde me habré metido...».

Supongo que si el resto de la sociedad quiere tirar de optimismo y decir «pensemos que va a ser un año difícil y ojalá salgamos bien», ni siquiera el 'intocable' fútbol es ajeno a ciertas miserias.