Las tradiciones son la seña de identidad de una tierra. Es, indudablemente, la razón de ser de una población. Suponen, además, el mejor legado que una nueva generación puede tener. Pero para que las costumbres no caigan nunca en el olvido o desaparezcan por completo por el paso de los años, es imprescindible el trabajo de grupos folclóricos como Voces y Esparto, de Cuenca, que es una de las secciones de la asociación cultural Olcades. Este colectivo devuelve al presente tradiciones y costumbres históricas de los pueblos conquenses a través de una puesta en escena envidiable de música y baile. La escenografía es envidiable porque cuentan, además, con paloteos y dulzainas.
Uno de los fundadores de Voces y Esparto, Enrique Buendía, explica que el objetivo es «mantener vivas las tradiciones de nuestros pueblos» y destaca que «actualmente contamos con un repertorio de más de 60 temas», todas ellas de las comarcas de La Mancha, Serranía de Cuenca y Alcarria. Tras más de dos décadas en activo es difícil cuantificar el número de actuaciones porque «hemos recorrido muchas localidades e incluso hemos actuado en otras provincias o festivales de índole nacional e internacional», donde han dado a conocer tradiciones imborrables de su tierra.
El grupo, que cuenta actualmente con una treintena de intérpretes, trabaja su vestuario a partir de «hablar con los vecinos y vecinas de los pueblos», explica Buendía. Son los propios habitantes de cada municipio quienes «nos detallan cómo son las vestimentas, qué significan para ellos, qué elementos tienen o cómo viven las costumbres». A partir de ahí, y gracias a la labor del grupo Mirañaque, que también forma parte de Olcades, consiguen crear sus propio vestuario y repertorio musical. En concreto, los temas se obtienen de la recuperación y recopilación de rondas, canciones de trabajo, bodas, fiestas, nanas, romances o villancicos, que son seña de identidad de cada pueblo. El hecho de representar tantas historias y tradiciones hace que prácticamente cada uno de los integrantes de Voces y Esparto vaya diferente al resto en el escenario, por lo que derrochan mucho colorido y diferenciador. «La respuesta del público cuando nos ve es siempre muy positiva», recalca Buendía.
espectáculos. Cada espectáculo puede prolongarse durante horas y se utilizan una media de quince temas, que son escogidos para cada ocasión con minucioso detalle. Y es que Voces y Esparto trata con «mucho respeto y cariño» cada puesta en escena. Estos bailarines, que son mujeres y hombres que llevan vestimentas de una laboriosa y costosa elaboración, no dejan a nadie indiferente y el ejercicio escenográfico «tiene mucho trabajo de ensayo», detalla Buendía.
Este colectivo conquense, que lleva en activo desde 1997 no falta año tras año a las celebraciones de la Feria y Fiestas de San Julián de agosto en Cuenca. Es una cita en la que vuelven a rendir homenaje al folclore de su tierra y muestran al público qué es lo que saben hacer.
Además este año los amantes del folclore están de enhorabuena porque el Ministerio de Cultura y Deporte ha declarado la jota como Manifestación Representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial, un baile con mucha tradición en las cinco provincias de Castilla-La Mancha.