Toledo estrena su tercer Gobierno de coalición desde 2007

Á. de la Paz
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Los Ejecutivos municipales del PSOE de las legislaturas de 2007 y 2015, encabezadas por Emiliano García-Page y Milagros Tolón respectivamente, integraron a ediles de Izquierda Unida el primero y de Ganemos, la segunda

Toledo estrena su tercer Gobierno de coalición desde 2007 - Foto: Ayuntamiento de Toledo

El acuerdo entre PP y Vox para dirigir la ciudad de Toledo durante los próximos cuatro años certifica la primera coalición de partidos del ámbito de la derecha en la capital regional. Además, el pacto suscrito por ambas formaciones para los próximos cuatro años convierte al actual bipartito en el tercer gobierno conjunto en las cinco últimas legislaturas municipales.

La cohabitación de PP y Vox, sin apenas precedentes antes de las elecciones municipales y autonómicas del pasado 28 de mayo, se extiende por el conjunto del país. El entendimiento alcanza otras ciudades de la provincia, como Talavera o Torrijos, cuyos respectivos equipos de Gobierno también incluirán ediles de los dos colores. 

La fórmula representa una novedad para el PP en Toledo, un partido que hasta la investidura de Carlos Velázquez había gobernado la ciudad en cuatro legislaturas diferentes sin necesidad de pactos. José Manuel Molina ocupó la Alcaldía desde 1987 hasta 1991 y, posteriormente, durante dos mandatos consecutivos entre 1999 y 2007. Agustín Conde, por su parte, fue primer edil de la capital regional entre 1995 y 1999. En el primer periodo de Molina, los doce diputados de la entonces Alianza Popular fueron suficientes para mantener un Gobierno en solitario (con el apoyo puntual de los dos ediles del CDS). En 1995, Conde ganó con mayoría absoluta; cuatro años después, Molina revalidó para el PP con los mismos 13 representantes, mientras que en 2003 fue reelegido con idéntica cifra de ediles. 

En el caso de la izquierda, los acuerdos de Gobierno han sido más habituales. En la legislatura 2015-2019, PSOE y Ganemos formaron un Ejecutivo con la misma fórmula aritmética que el actual: nueve más cuatro. Milagros Tolón accedió a la Alcaldía gracias al pacto con la formación alternativa. Javier Mateo, responsable de Bienestar Social, Helena Galán, al frente de Participación Ciudadana, Diego Mejías, concejal de Juventud, y Eva Jiménez, edil de Servicios Públicos Medioambientales, se integraron en el segundo bipartito de la historia de la ciudad.

Años atrás, Emiliano García-Page se había apoyado en Izquierda Unida en su primera legislatura, la que se desarrolló desde 2007 hasta 2011, un periodo en el que los dos concejales de la formación de izquiedas se sumaron al Ejecutivo municipal junto a los 11 representantes socialistas: Aurelio San Emeterio se convirtió en segundo teniente de alcalde y responsable de Vivienda, Carmen Jiménez se hizo con la cartera de Festejos.

La primera legislatura de la democracia, la que llevó a Juan Ignacio de Mesa a la alcaldía, tuvo en los once concejales de la UCD como principal sostén de aquel equipo de Gobierno. En la investidura, el concejal Arturo García-Tizón y un edil de Fuerza Nueva refrendaron al candidato centrista.

Aunque Joaquín Sánchez Garrido no pudo obtener la mayoría absoluta en ninguno de sus dos mandatos, legislaturas separadas por el primer paso de Molina como alcalde, tampoco sumó a sus gobiernos a concejales de otros partidos. En 1983, los tres ediles del PCE respaldaron el nombramiento de Sánchez Garrido como alcalde. Coalición Popular, embrión de Alianza Popular, ganó los comicios en votos, cosechando los mismos concejales (11) que el PSOE. En 1991, el repuesto regidor socialista suscribió un acuerdo para la gobernabilidad de la ciudad con IU, pero sin integrar a sus ediles: en aquella elección, el PP obtuvo 12 asientos en el pleno, pero los 11 del PSOE y los dos de IU cambiaron el color del Ayuntamiento. 

¿MEJOR PARA EL MÁS FUERTE? En los dos casos de coalición previos en el Ayuntamiento de Toledo, ambos protagonizados por partidos de la izquierda, las legislaturas se han desarrollado sin choques reseñables entre las formaciones adheridas.

Ambas experiencias, además, han mostrado un mismo patrón: la formación que partía con más ediles salió reforzada en las siguientes elecciones, mientras que la lista más pequeña según el número de ediles obtenidos redujo su peso en la corporación municipales posterior. El PSOE obtuvo 11 representantes en 2007 y añadió uno más cuatro años después; aunque IU pudo mantener sus dos ediles, salió del Gobierno. Entre los comicios de 2015 y 2019 el PSOE sumó tres concejales, pasando de nueve a 12, mientras que Ganemos, transformado en Unidas Podemos-Izquierda Unida, redujo su peso a la mitad, de cuatro a dos asientos.