Cerca de 334 kilómetros por una buena causa

Raquel Jiménez
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El ciclista Adolfo Sánchez completó en casi 12 horas 1.000 vueltas al Velódromo de Talavera para recaudar fondos para dos niñas, Eva y Amanda, con enfermedades raras

Adolfo Sánchez durante su reto solidario en el Velódromo de Talavera. - Foto: Antonio A. Torres

El ciclista torrijeño Adolfo Sánchez de 54 años completó un reto solidario en el Velódromo de Talavera. Fueron alrededor de 333 kilómetros realizados en las mil vueltas que dio a la instalación en casi 12 horas. Un gran esfuerzo por dos niñas con enfermedades raras: Eva, de Talavera, y Amanda, de Aranjuez. A través de la venta de 10.000 piruletas, «les hemos podido donar 5.000 euros a cada una», apunta en declaraciones realizadas a este periódico. Las dos pequeñas se acercaron a presenciar la hazaña del corredor.

Adolfo Sánchez está inmerso desde hace seis años en causas solidarias en las que se ha implicado a través del ciclismo. Una de los aspectos fundamentales para completar distancias tan largas es, sin duda, la mentalización: «Es la clave porque a nivel físico llegas a unos determinados kilómetros u horas, que son seis, siete u ocho; a partir de ese momento es la cabeza la que manda y la que te empieza a jugar malas pasadas».

Ahora bien, aclara que «no es lo mismo hacer 333 kilómetros en carretera que meterse en un velódromo y dar mil vueltas». Pero lo asume porque considera que «se trata de hacer algo que rebase un poco mis límites a mi nivel teniendo una vida normal».

Adolfo Sánchez lleva décadas vinculado a la bicicleta: «Estuve en competición de ciclismo de carretera hasta los 20 años; cuando vi que era muy malo y que no podría ser profesional, me dediqué a este deporte como aficionado».

Y hace unos años comenzó con las causas solidarias; la primera fue «para ayudar a la hija de un amigo y compañero de trabajo con una enfermedad rara». Entonces, «fui de Torrijos a Lisboa»; para la recaudación hizo papeletas que vendió a dos euros por cada uno de los 600 kilómetros de distancia: «Tenía previsto recaudar 1.200 euros, pero me llevé la sorpresa de que vendí seis veces las papeletas». Reconoce que ese momento «me cambió un poco la vida y la filosofía de montar en bici». En definitiva, «no es lo que hacemos, sino para quién lo hacemos que es el lema de Kilómetros por una Buena Causa, que es lo que promuevo».

Quiere destacar los apoyos empresariales que recibe, el primero de la empresa en la que trabaja: «Puse las 10.000 piruletas a la venta a través de las empresas que tenemos en Grupo Jarama y en dos días las habíamos vendido».

Su próximo reto es inminente; será el 31 de mayo e irá de Madrid a Pamplona, con un total de 600 kilómetros. «Va en homenaje a una niña de Villasequilla a la que operaron de un tumor cerebral y le han dejado en silla de ruedas. Le hemos hecho una habitación con un cuarto de baño adaptado que nos ha costado 20.000 euros».

Para este caso concreto, «propuse a mis empresas con alma, como las llamo, embotellar 2.000 botellas de vino con 10 euros de donación para la niña y en tres días había recaudado los 20.000 euros». Precisamente, todo el dinero va directamente a las familias y «nunca pasa por cuentas para que no haya ningún tipo de duda».

Por otro lado, Adolfo Sánchez trabaja 12 horas diarias  de lunes a viernes y «saco hueco para entrenar entre semana una hora y media». Mientras los fines de semana son tres o cuatro horas si no tiene reto, pero como afronte un compromiso solidario, como el del próximo 31, «llevo desde febrero aumentando cada domingo una hora más y he llegado hasta las siete u ocho horas».