«Nos dicen que hay cosas imposibles, pero con Sumar no lo son»

M.G
-

La candidata de Sumar al Congreso por Toledo se compromete a defender la provincia y a avanzar hacia una economía sostenible. Su gran reto es el Tajo y conseguir un río apto para el baño. Cree que Sumar está ahí porque la sociedad lo estaba pidiendo

La cabeza de lista por Sumar al Congreso por Toledo, Marta Romero, está muy ilusionada con el proyecto - Foto: Yolanda Lancha

Acaba de comenzar la campaña electoral para las elecciones generales y Sumar quiere ser una opción fuerte. ¿Cómo llegas a este movimiento y a encabezarlo en Toledo?

Ha sido algo progresivo. Siempre me meto en aquello que me interesa para mejorar lo que veo. Que voy a la plaza a jugar con los niños y veo que se puede mejorar el entorno, pues busco la manera, que llego embarazadísima y no conozco a nadie, me animo con un grupo de crianza, que llego al cole y veo que se puede mejorar, pues me meto en el Ampa. Y lo mismo pensé con Toledo, que se podía mejorar y decidí meterme en un proyecto que crea en la gente que hay, impulsado por un grupo de personas que conocía, con las que compartía muchos valores y principios políticos y decidí unirme. Soy una persona que me gusta mucho hablar, pero mucho más hacer. Mi compromiso con Sumar empezó intentando hacer cosas en política porque desde la política se puede cambiar la vida de las personas y del día a día.

Si Sumar consigue escaños en el Congreso por la provincia. ¿Cómo vas a defender Toledo?

Estoy en el proyecto porque tiene una serie de líneas programáticas, ideológicas y de forma y fondo que realmente defienden los intereses de Toledo y de todo el país. La defendería defendiendo el activismo por una sociedad de cuidados, promoviendo la cohesión territorial, pensando en la posibilidad de cuidar e integrar el Medio Ambiente en nuestra forma de vida, trabajando por el mundo rural y el urbano, y compatibilizando la economía con el Medio Ambiente porque ambos son viables y no nos queda otra. Necesitamos una economía sostenible y en Toledo queda mucho por hacer.

Además, desde que llegué a Toledo lo que más me asombró es que el río Tajo esté así en la ciudad siendo  un río esencial para la provincia. Si conseguimos escaños vamos a defenderlo. Hay que apostar por los ríos, por el Tajo desde Toledo, por la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) para que trabaje, realice su función y tenemos que tener un Tajo limpio y una senda ecológica que lo sea de verdad, porque en estos momentos es un eufemismo y vas andando y oliendo a detergente  y el río está lleno de espuma como si hubiera nevado. Tanto Toledo como Talavera de la Reina son ciudades que lo necesitan y si llego al Congreso me comprometo a luchar todo lo posible por un Tajo vivo y porque de vida a nuestra ciudad. 

En el acto de Sumar en Toledo hace una semana comentaste delante de Yolanda Díaz que el compromiso es poder volverse a bañar en el Tajo, una promesa que ya hizo hace años el presidente de la región, Emiliano García-Page, cuando llegó a la Alcaldía de Toledo. ¿No es un reto demasiado ambicioso?

Es un compromiso viable, pero no a corto plazo y hay que ser realistas. Soy una persona a la que le gusta tener presente los sueños, pero también los pasos que hay que seguir. Los técnicos y los expertos señalan que con un compromiso político y de inversión por parte de todas las administraciones a corto plazo sería posible mejorar la situación medioambiental del Tajo, a medio plazo, que no oliera a detergente y no hubiera distintas especies en el río con un tercer ojo. 

A largo plazo la idea es poder bañarse en el río y sería viable porque no hace tanto tiempo que ocurría, los abuelos lo han vivido y nuestros padres también, pero en un salto generacional hemos pasado de bañarnos en el río a ir oliendo a detergente, una degradación del Medio Ambiente, cuando debería ser una riqueza patrimonial que hay que cuidar. Hemos llegado a la Luna y me parece mucho más complicado. Me gusta mucho el proyecto de Sumar porque nos han hecho pensar siempre que muchas cosas son imposibles, pero no lo son, solo hay que ponerlas sobre la mesa política. 

Hablabas de que nuestros abuelos disfrutaban el río... ¿Es tiempo de abuelos también ahora?

Por supuesto. La estructura familiar que tenemos en el modelo socioeconómico en España se remonta a principios del siglo XX. La familia ha tenido y tiene un peso estructural que no tiene prácticamente en ninguna parte de Europa y afortunadamente tenemos una tradición de red familiar importante. Desde Sumar planteamos una sociedad de cuidados, que ya se ha iniciado y sería muy necesario profundizar, a pesar de que ciertas posturas políticas no colaboran a ello, en la que se de respiro a los abuelos porque se planteen medidas de conciliación, creando espacios que fomenten encuentro de personas de su edad, actividades de provecho... Es importante ponerlo en el foco como algo imprescindible. 

Por cierto, a tu abuela Encarna la has hecho famosa tras tu intervención en el acto de Sumar en Toledo por su ejemplo de esfuerzo, de derechos y por la posibilidad de que se puedan ir perdiendo. ¿Hay tanto peligro como se pinta con Vox? 

Totalmente. Estamos en un retroceso tremendo. Mi abuela Encarna, que no hubiera imaginado ella que la iba a mencionar tanto en estos inicios del mundo político, tuvo muchas dificultades, pero la recuerdo como una mujer alegre, comunicativa, le encantaba salir con sus amigas, su paseo y cuidarse y todo ello le multiplicó la vida. Los servicios sociales y públicos que giran en nuestro entorno tienen impacto real. En el caso de las personas mayores son actividades y lugares de encuentro que dan vida a personas que si no los tuvieran se encerrarían en sí mismas. 

La pandemia, la pospandemia, los mensajes de miedo que van llegando, el fomento de ciertos discursos de odio y el cierre de muchos servicios han hecho que muchas personas mayores vayan perdiendo vida porque salen menos y pierden salud y vida en su día a día. Hay una serie de fuerzas políticas y de discurso que está cogiendo ese referente para que nos vayamos encerrando en nosotros mismos. No se puede tener miedo a salir de casa por si te la ocupan, no es un problema en España, hay más gente desahuciada porque no tiene para pagar el alquiler que gente que ocupa, multiplicado exponencialmente, pero ciertas iniciativas políticas no las señalan porque les da más rédito utilizar la política del miedo, que resta vida a las personas mayores y a los jóvenes, que también los está marcando. 

Hablando de jóvenes... Hay que decir que hay un importante nicho de voto de más de 2 millones de jóvenes para las generales, un colectivo al que Sumar mira de frente e incluso promete una herencia universal al cumplir los 18 años de 20.000 euros, una propuesta muy criticada que no se está entendiendo.

Hay que explicar bien lo de la herencia universal. La propuesta es una maravilla porque una de las problemáticas que tenemos en España es la distribución de la riqueza disponible. Somos de los países con peor distribución y una gran parte de la población tiene muchísimo menos dinero para gastar y una mínima parte tiene una gran bolsa de dinero y afecta en el día a día. Cuando eres joven, de 18 a 23 años, es el momento de desarrollar tu proyecto vital a nivel racional, personal, intelectual porque ya tienes la cabeza más amueblada, te has especializado en lo que has querido o has pasado un grado medio y sabes hacia dónde quieres ir o no. Si tú tienes un colchón familiar puedes lanzar un sueño, pero si no lo tienes resulta muy difícil. La ayuda se destinará a todos los jóvenes sin distinguir entre rentas como un derecho para poder impulsar un proyecto. Es importante que España sea un país para los jóvenes.

Sumar también lleva en su programa medidas encaminadas a mejorar el empleo y una de ellas apuesta porque la jornada laboral acabe a las seis de la tarde. ¿Se puede convencer a los empresarios de que los trabajadores van a ser productivos si cambia el horario?

En España somos pioneros en algunas cosas, pero en otras vamos a la cola y la ventaja es que tenemos referentes alrededor que nos guían. En el resto de Europa cierra todo a las seis de la tarde, pero aquí hay mucha gente que se levanta a las seis de la mañana y llega a su casa a las diez de la noche. Tampoco se puede ver como un privilegio salir a las ocho de la oficina, no tiene nombre porque no te dejan tener vida. Se puede hacer perfectamente de otra manera. 

En la pandemia hemos demostrado que el teletrabajo funciona y prácticamente todos los sectores salieron adelante teletrabajando aunque se decía que no seríamos productivos. Tenemos que pensar en la productividad de cada sector y organizarlo de otra manera. ¿Realmente queremos calentar el sillón? ¿No es excesivo el presencialismo en España? Es un problema que todos queremos cambiar porque no tiene sentido salvo para unos cuantos jefes con otras mentalidades que viven en la desconfianza con el trabajador. El resto de Europa nos dice que se puede reducir el horario laboral y la gente que vive fuera nos dice que nos ven como los grandes torturadores de los trabajadores y de los niños por el tipo de horarios que llevamos. 

¿Cómo se puede convencer al electorado de que Sumar, siendo una coalición o grupo de izquierdas, va a funcionar si experiencias pasadas no lo han hecho?

Es un movimiento que aúna grupos y fuerzas que tienen en común una serie de valores y una visión de país, que tenían que unirse porque si coincide tanta línea ideológica no tiene sentido que estemos divididos. Además, la sociedad lo demandaba y era urgente hacerlo cuanto antes para dar respuesta a esa demanda ciudadana. La división de la izquierda era un problema y la unión hace la fuerza. Nunca es tarde si la dicha es buena. Antes ha habido intentos de hacer algo parecido, pero nunca ha habido un contexto político, social y económico como el de ahora para que un movimiento como Sumar se haya iniciado con tanta ilusión. 

¿Y Sumar no camina hacia un partido personalista centrado en Yolanda Díaz, como ocurrió en su momento con Pablo Iglesias y Podemos?

Hay una gran diferencia. Cuando empecé con el movimiento Sumar me dijeron por distintas partes que había detrás del proyecto gente muy potente de distintos sectores y lo primero que hice no fue ver el currículum de Yolanda, quizá la rara soy yo, lo que miré fue la gente que había detrás y me encantaron los nombres, su formación, su proyecto y su base porque este proyecto no es humo. Aquí no hay una persona que esté inflada, sino un grupo de pensamiento detrás para dedicarse al desarrollo de la política de cada uno de los sectores de este país absorbiendo toda la participación ciudadana. 

Es como un iceberg, la punta visible es Yolanda y es maravillosa, y aunque puede dar la sensación de que pueda convertirse en un proyecto personalista, ella es consciente de que sin todo ese equipo el iceberg se hunde. Y al mismo tiempo,  el iceberg no tiene sentido sin la punta porque Yolanda transmite, conoce y cree en lo que dice y lo que hace. Tiene una coherencia política que no siempre encontramos en la realidad. 

¿Puede lastrar en las urnas el hecho de que se haya unido Podemos a este proyecto?

No. Tenía que pasar y me alegro porque la sociedad pedía unión. Lo veremos a futuro y creo que lo importante es Sumar. El nombre del movimiento no es azaroso y Podemos entra para Sumar, esperemos. 

Sumar no se ha definido sobre el referéndum en Cataluña y solo apunta que habrá mesas de trabajo para ver a dónde conducen. ¿Ha sido por esquivar un tema tan espinoso y buscar comodidad y mejor encaje para el movimiento? 

Sumar sí se ha definido y quizá haya que explicarlo mejor. Hace cuatro años en los medios de comunicación únicamente se hablaba del problema de Cataluña como si fuera una guerra y era una saturación absoluta. En estos cuatro años lo que se ha hecho es transformar ese belicismo en diálogo y lo que dice Sumar es que hay que continuar con esa vía de diálogo. No tenemos una bola de cristal y me parece muy razonable y muy prudente ir por ahí porque no somos adivinos. Nosotros no vamos a llegar ni vamos a imponer nada. A mi me asombra cuando un político se pronuncia y dice que en Cataluña no va a pasar esto o lo otro, ¿cómo lo sabe? 

Nuñez Feijóo ha dejado claro recientemente que las formas de deslealtad constitucional serán castigadas través del Código Penal.

Imagino que en Cataluña habrán sentado fenomenal estas palabras y cuando llegue el PP es posible que haya una sociedad que se sienta atacada porque no la permitan seguir expresando lo que quiere y hablando de integración. No podemos olvidar que España es un país plural y en esa pluralidad tenemos que reconocernos como comunidades autónomas, pero también como regiones históricas y algunas comunidades necesitan una integración diferente, con lo que habrá que hablar y ver ventajas. 

Nuestra Constitución es abierta a reformas. Reformar la Constitución es normal, como se hace con cualquier ley, porque las leyes viven para la sociedad y no al contrario. Nuestro modelo de comunidad autónoma da más autonomía que muchos modelos federales y en la práctica vivimos en un modelo federal que da mucho juego. Es una pena que haya un enfrentamiento político que no interesa nada más que a los políticos que más corruptelas tienen porque así no se habla de ello. 

Hay quien dice que el proyecto de Sumar sale de un despacho del PSOE.

Hay quien dice que ha visto marcianos u ovnis. Hay tanta rumorología… Me suena a chiste.

Las encuestas hablan de un pacto que ya se da por hecho con el PSOE para que no gobierne la derecha en España. ¿Esta posibilidad puede perjudicar en las urnas?

Sumar marca la diferencia con el PSOE en lo que aporta en la política real. Este gobierno no hubiera sido lo que es sin ciertas políticas impulsadas por Yolanda Díaz. Durante la pandemia se salvaron miles de trabajos y no fue casual, fue impulsado por una ministra de Trabajo que no iba a permitir que se hundieran tantos trabajadores, y la figura de los ERTES supuso un esfuerzo a nivel político y económico que no se entendió en todas partes y se criticó mucho. Y desde el PSOE y desde Europa se vio con mucha preocupación y se intentó frenar, pero salvó vidas. También se ha subido el SMI y se ha producido una reforma laboral... Sumar va a sumar en un gobierno con el PSOE y este partido nos quiere como aliados porque somos un buen aliado que suma y enriquece. 

El PSOE le hace más ojitos a Sumar que a Podemos, está claro.

Nos cuida porque ha funcionado. También hay que explicar el tema del voto útil, ya que se difunde que si no se vota a los grandes partidos el voto se pierde y no es así. Ya se ha demostrado que en provincias como Toledo los votos que no vayan a Sumar no van a ser a favor del PSOE porque este partido ya ha tocado techo y no va a conseguir todos los que necesitaría para multiplicarlos, con lo que si van a Sumar conseguiremos escaño y se lo quitaremos a Vox, a la ultraderecha, y es esencial entenderlo. 

¿Cómo te sientes cuando se critica a la izquierda y se le acusa de politizar el colectivo LGTBI, el feminismo o la violencia machista para conseguir réditos políticos?

Hay ciertas cosas que no deberían ser ideológicas, sino estar asumidas de manera transversal en todas las fuerzas políticas de este país. La igualdad entre hombres y mujeres es algo básico y no se discute porque es esencial para desarrollar nuestra vida con normalidad y para ser una sociedad tranquila, justa y que no tenga que sufrir innecesariamente. 

Así que plantear que esto lo coge la izquierda porque quiere rédito político es tener escasez de miras. Defendemos la igualdad, pero tristemente la derecha no lo toma como suyo. Acabamos de ver hace unas semanas como se han realizado una serie de pactos entre PP y Vox en más de cien municipios y han desaparecido las concejalías de Igualdad, que ahora son de Familia. Es de traca. Y aunque digan que el lenguaje da igual no es así, el lenguaje marca nuestro pensamiento y actos. 

También la defensa de los derechos LGTBI ha costado. Ellos dicen que quitan la bandera porque se da por hecho y me parece un insulto y una ofensa tanto al colectivo LGTBI como a los ciudadanos porque este Orgullo es de toda la sociedad. Hace veinte años no estábamos en la situación de ahora y habido un colectivo que lo ha luchado y las instituciones y las administraciones públicas también hicieron suyo el discurso. Es verdad que se hizo desde una visión progresista, pero también se fue uniendo la fuerza política más conservadora porque gays, lesbianas, bisexuales y transexuales hay en todos lados y la identidad sexual no viene definida por la ideología política, es una realidad innata en el ser humano. No quiero volver al periodo de Luis Cernuda o de Lorca. 

¿Qué propuesta de otros partidos políticos te gusta?

Las iniciativas que he visto no me gustan. Me gusta el verde y me da rabia que Vox use un color, que tanto significa: campo y naturaleza. 

¿Y la más descabellada?

Los pactos entre PP y Vox es lo más descabellado que he visto hasta ahora. Es descabellado, incluso lo que está pasando con María Guardiola en Extremadura, que la estén obligando de esta manera y ella no haya dimitido. No me parece que ciertas personas que representan una ideología contra la igualdad sean las mejores para desarrollar política. Y tampoco entiendo que un partido negacionista del cambio climático controle el campo y el ámbito rural. Es muy peligroso.

¿Te atreves a lanzar una quiniela de resultados electorales?

En la provincia de Toledo, dos. Y a nivel nacional es complicado. 53 escaños, uno más que Vox.