Varios viticultores han denunciado el robo de centenares de plantones de viña, usados en reestructuración de viñedo en municipios  incluidos en la Denominación de Origen Méntrida, en el norte de la provincia. Estos robos se han detectado en la propia localidad de Méntrida, así como en Santa Cruz de Retamar y Valmojado.

Asaja Toledo ha pedido a la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha que la Guardia Civil que opera en áreas rurales intensifique la vigilancia en la zona norte de Toledo, en concreto en los municipios ya afectados por estos robos que se han sucedido durante las últimas semanas. Así se recoge en una nota de la organización agraria.

El objetivo de los ladrones , subraya Asaja, son explotaciones vitícolas nuevas o recién reestructuradas de las que sustraen las plantas y, en algunos casos, los postes protectores. Ante esta situación, la organización agraria ha solicitado que se controlen los posibles puntos de destino de este tipo de materiales, comprobando la procedencia de los objetos y verificando sus contratos de compraventa.

Uno de los viticultores afectados ha denunciado la sustracción de más de 400 plantas de viña y de 360 protectores de viñedo, cuantificando en unos 2.000 euros las pérdidas que ha sufrido al incluir, además, el importe de los trabajos de plantación.

A estos daños hay que sumar las dificultades para encontrar determinadas variedades de vid en los viveros, como es el caso de la garnacha, la uva típica de la DO Méntrida. Esto último es un problema más para agricultores que están dentro de un programa de reestructuración de viñedo y tienen la obligación de plantar este año al caducar sus derechos de plantación, remarca Asaja.

Las lluvias borraron huellas.

El afectado por el robo de los 400 plantones es Alejandro Villamiel, viticultor de Méntrida que sufrió la sustracción en una finca de su familia en Santa Cruz de la Zarza. Villamiel cree que el robo de los plantones, valorado cada uno en dos euros, tuvo lugar a primeros de abril. Lo considera así porque detectó el robo después de unas lluvias posteriores, que hicieron que las huellas de los ladrones de las plantas quedaran borradas. Añade que por las mismas fechas se han producido robos similares en otras plantaciones de Méntrida y Valmojado.

Villamiel explica que estos robos sólo pueden tener sentido si son otros agricultores los beneficiarios , bien cogiéndolos directamente para replantarlos en sus fincas o comprándolos rápidamente a los ladrones. No hay que olvidar que el plantón precisa ser replantado rápidamente para evitar que muera.

Esta no sería la primera vez que se detecta a un agricultor sustrayendo plantas de otro para que den la cosecha en sus dominios. El pasado mes de febrero, un hombre fue detenido en Los Yébenes tras encontrarse en sus tierras 136 almendros jóvenes que previamente habían sido arrancados de la finca de su legítimo propietario.

Villamiel deplora que agricultores puedan prestarse a estos robos contra el esfuerzo de un compañero de profesión, bien directamente o comprando un material robado. «A los que hemos plantado somos los únicos que nos han robado», comenta señalando la poca presencia de replantaciones y  reestructuraciones de viñedo en la zona mentridana en comparación con La Mancha. «Quienes nos están robando son agricultores que no quieren gastarse el dinero en reponer viñedos, o alguien que tenga un viñedo o alguien que luego los puede vender a  menor precio» con rapidez. Este agricultor espera que la Junta tenga en cuenta el robo que ha sufrido para que no se le penalice en sus ayudas al viñedo.