La Fiesta del Olivo brilla a sus 60 años

J.A.J./Mora
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El señero festejo moracho llega un año más a su cénit con el desfile de carrozas. El colorido de la marcha festiva quedó realzado por el buen tiempo. El presidente de la Junta y el de la Diputación acompañaron al alcalde durante la celebración.

Dicen que la juventud es un estado de animo, y la Fiesta del Olivo de Mora es un ejemplo de ello. Al cumplir los 60 años de su celebración, puede ser una señora venerable, pero eso no es sinónimo de ajada u obsoleta. La participación de morachos de todas las edades, que pasan el relevo de este festejo de generación en generación, ha asegurado que haya podido llegar a este 2016 con plena lozanía. A la adhesión de miles de vecinos y visitantes que no se pierden esta fiesta de Interés Turístico Nacional, se ha sumado un día soleado en su acto fundamental, el desfile de carrozas y carros, celebrado en el mediodía de ayer sábado.

Todos los cumpleaños con cifra redonda resultan especiales, y el 60 aniversario de la Fiesta del Olivo de Mora no iba a ser menos. Un ejemplo de esto lo daba la categoría de la Presidencia del desfile, en la que el alcalde Emilio Bravo estuvo acompañado por los presidentes de la Diputación, Álvaro Gutiérrez, y de la Junta, Emiliano García-Page. El presidente regional agradecía el honor de poder acompañar por primera vez desde que tomó posesión del cargo a los vecinos de Mora en una fiesta que aseguraba que conoce desde pequeño, cuando su padre le presentó por primera vez esta tradición. García-Page puso el festejo moracho como ejemplo de la importancia del olivo no sólo para la economía sino también para la cultura de la región. «Mantener las tradiciones es importante, porque lo que sujeta a los árboles no son los troncos, son las raíces», explicaba de manera alegórica.

Por su parte, el presidente de la Diputación también valoraba la Fiesta del Olivo como una de las grandes celebraciones de la provincia toledana. Gutiérrez resaltaba también que la Fiesta sirva de homenaje a uno de los cultivos emblemáticos del territorio provincial. «Viene a honrar la importancia que el sector olivarero tiene para Mora y su comarca, un sector que genera riqueza y empleo, y aunque haya ganado su carácter lúdico no hay que olvidar el origen de esta fiesta», aseveraba.

El regidor moracho se centraba en el buen desarrollo del festejo, gracias a la proverbial participación de sus paisanos y al buen tiempo. Emilio Bravo no dejó pasar la ocasión para destacar la renovación de elementos como la carroza de la reina de la Fiesta, responsabilidad que este año ha recaído en Ángela Saavedra Aparicio, y sus damas de honor, Señaló que esto es posible gracias al esfuerzo de los morachos a la hora de preparar el desfile, algo a lo que las peñas y asociaciones dedican muchos meses. «Veo a la gente de mi pueblo feliz, con esa sonrisa que los caracteriza cuando invita a la gente de fuera a sumarse a nuestra fiesta. Este es un día muy bonito, con el que cumplimos 60 años de historia», destaca el alcalde.

El Quijote entre olivos.

El desfile quedó abierto con la tradicional interpretación de ‘El Olivarito’ por la Banda de Música Municipal y las carrozas de la corte mayor e infantil, esta última encabezada por la reina Paloma Moreno Higuera. A partir de ahí, una serpiente multicolor formada por 17 carrozas, 14 carros engalanados y grupos folclóricos fueron recorriendo las calles del municipio para regocijo de los espectadores.

No faltaron los guiños a la conmemoración del Cuarto Centenario de la muerte del escritor Miguel de Cervantes. Su principal creación, Don Quijote, fue representado combatiendo contra molinos eólicos, como pudo verse en la carroza de la Peña Los Gamusinos, o presidiendo una estampa de olivar en la de la Peñas Los Olivos Morachos. Otros motivos de inventiva fueron el mítico juguete ‘Scalextric’, usado en la carroza de la Peña El Cantorral; una Plaza de Toros, recreada por la Peña Los Rebuscanderitos, o monumentos del mundo, reproducidos por la Peña  La Reata. Tampoco faltaron las coplillas alusivas al duro oficio del olivarero o a temas de actualidad, sobre todo en los carros engalanados.

El desfile fue ganado, en la categoría de carrozas, por la Peña El Costal. Su trabajo ‘60 años viéndote pasar’ incluía una original recreación del Ayuntamiento moracho, conocido por su cúpula multicolor. En segundo puesto quedó la Peña La Collera, con una curiosa reproducción de una almazara; y en tercero la Asociación Cultural La Zaranda, con un homenaje a los trajes típicos de Mora.

En la categoría de carros, se impuso la Peña Los Chuzos, seguidapor la Peña Los de la Trócola y la Peña La Carrasqueña.