Lope, el jubilado que inculca seguridad vial en la Sierra

J.M.
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El expolicía municipal de Madrid ha recorrido la comarca en mayo para enseñar las normas a los niños, como transmisión a los adultos

Lope, el jubilado que inculca seguridad vial en la Sierra

Lope Fernández nació en Castillo de Bayuela hace 66 años y cocinó su carrera como inspector de policía municipal en Madrid en las aulas del colegio de la Sierra de San Vicente. Así lo ha explicado este mes de mayo a los escolares de la localidad para que prestaran mayor atención a la clase de educación vial. Este bayolero está jubilado, pero ha dedicado dos semanas a recorrer la comarca para inculcar a los niños la importancia de las normas de seguridad en los automóviles.

Unos 350 menores de la Sierra de San Vicente han participado en estas clases especiales, entre el 2 y el 15 de mayo, un proyecto que el expolicía municipal expuso a la Consejería de Educación y a la Jefatura Provincial de Tráfico. Lope ha viajado también a Garciotum, Nuño Gómez, Cardiel de los Montes, El Real de San Vicente, Hinojosa de San Vicente y Pelahustán; siempre llegaba media hora antes de la apertura de la escuela para observar los hábitos de desplazamiento. «El 50 por ciento va en coche», lamenta en palabras a este diario el monitor, quien ha extendido las enseñanzas a los escolares de Nombela y de San Román de los Montes.

Uno de los propósitos de Lope, educador vial desde 1982 y que ejerció durante cinco años en esta especialidad, pasa por que los menores vayan a la escuela a pie. Para ello, recalca la importancia de una señalización adecuada para la seguridad de los niños, que seguían las clases con los chalecos reflectantes puestos.

«Los niños son muy receptivos», comenta el voluntario, quien simula un aire oficial a su vestuario, con gorra incluida, para que los niños estén más atentos. Por ejemplo, Lope insiste en que los conductores deben llevar el cinturón de seguridad abrochado, teniendo en cuenta que los usuarios infringen en ocasiones la norma por las distancias cortas o por esa mayor despreocupación en los pueblos.

«Los niños sancionan simbólicamente», comenta en ese ejercicio de inculcar las normas de seguridad sin excepciones para evitar accidentes, tras ejercer durante 42 años como policía municipal. Jubilado desde hace dos años, frecuenta más Castillo de Bayuela, donde su hermana, Julia Fernández, apura los últimos días de mandato.

Esta localidad dispone de un circuito de tráfico, una de las actividades que más gusta a los niños. También, la denominada visita panorámica de la escuela al centro del pueblo para explicar los detalles de la seguridad vial. Lope agradece a los alcaldes y a los maestros la implicación en estas clases de seguridad vial. Quién sabe si ahorrarán una desgracia.