Un fusil 'de otra guerra': Mauser alemán G 98

German Dueñas Beraiz
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Se trata del icónico fusil reglamentario en la infantería del ejército alemán G 98 (Gewehr 1898). Este arma basaba su reputación y fama en el mecanismo de cerrojo que Paul Mauser había diseñado unos años antes, y que patentó en septiembre de 1895

El Mauser alemán G98 destaca por su seguridad y fiabilidad, siendo la posesión de tres tetones de acerrojamiento una de sus principales novedades y mejoras. - Foto: Museo del Ejercito

Las colecciones de armería del Museo del Ejército poseen una gran cantidad de piezas utilizadas o fabricadas en nuestro país, pero también otro importante número de armas procedentes de otros ejércitos o conflictos en los que nuestro país no estuvo presente. Estas a veces llegan por intercambio, compra o incluso captura, pero también por circunstancias históricas que se dan en momentos puntuales.

Uno de esos conflictos, quizás uno de los más importantes y trágicos de la historia de la humanidad, fue la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Y a pesar de que España no fue beligerante, si que algunas de sus armas estuvieron presentes en la citada guerra. También hubo de presencia de combatientes que actuaban a título personal, o de enviados por las autoridades militares del país como observadores del conflicto.

Uno de ellos fue el Capitán Victoriano Casajus Chauvet quien fue comisionado junto a los tenientes coroneles  Don Rafael Isasi y Don Emilio Figueras, al frente inglés en Francia en septiembre de 1916. Casajus lo hizo como miembro de la Quinta Sección del Estado Mayor. Posteriormente también estuvo destinado en el extranjero como agregado militar en Washington, ya como Comandante.

Derivada de su visita al frente, escribió y publicó una pequeña memoria en la revista 'La Guerra y su preparación', que editaba el Estado Mayor Central, y que se publicó en Diciembre de 1916. En ella explicaba con imágenes y dibujos la revolución militar que supuso las nuevas tácticas y armas que se pusieron en acción. Y que le valió una cruz de primera clase del Mérito Militar con distintivo blanco, pensionada con el 10% de su sueldo hasta que ascendiera

Durante su estancia en Francia recopiló diversas piezas de los campos de batalla que visitó. Uno de esos objetos fue recogido en la pequeña localidad francesa de Fricourt en la Picardía, cerca de la frontera belga. Fue encontrada en las trincheras alemanas, durante la primera batalla de El Somme (julio- noviembre de 1916). Esta fue una de las más sangrientas de la historia, estimándose en más de un millón de bajas entre las tropas franco-británicas y las alemanas.

Se trata del icónico fusil reglamentario en la infantería del ejército alemán G 98 (Gewehr 1898). Este arma basaba su reputación y fama en el mecanismo de cerrojo que Paul Mauser había diseñado unos años antes, y que patentó en septiembre de 1895. En el que destaca por su seguridad y fiabilidad, siendo la posesión de tres tetones de acerrojamiento una de sus principales novedades y mejoras. De entre las marcas e inscripciones que posee el fusil  podemos citar la 'S' cerca del alza que señala que utiliza el nuevo cartucho de 7,92 x 57 cmm, aprobado en 1905, o las marcas que lo identifican como fabricado en el arsenal de Amberg en 1914. La caja es de nogal y el cañón está pavonado. Posee un depósito interno fijo con capacidad para cinco cartuchos que se cargaban con un peine desechable. Tiene un alza tipo 'lange' y un punto de mira abierto.

Sin duda fue recogido, no tanto como un objeto de recuerdo, sino sobre todo con una finalidad de estudio y análisis del armamento alemán utilizado en el conflicto. Misión que entre otras, tenían los museos militares españoles, y razón por la cual se encuentra en la actualidad en nuestras colecciones.