Otra derrota con malos síntomas (2-0)

J. M. Loeches
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El CD Toledo nunca se encontró en Puertollano, donde perdió por dos pero pudo salir goleado

El cuadro verde no estuvo cómodo en el Cerrú - Foto: Santos Jiménez

Los síntomas de este Toledo cuando se va de casa, definitivamente, no son buenos. En el Cerrú cayó por tercera vez, y, de nuevo, con una imagen alejada de la que expone en el Salto del Caballo y de la que debería llevarle a ser primero de grupo. No se encontró nunca, y fueron dos goles, pero pudieron caer algunos más.

Rodri volvió, y el entrenador quiso poblar el medio campo para no dividir demasiado. Entró Abraham, que se fue a la banda, para dejar a Angelito por detrás de Manu Gavilán. Al margen de un par de balones colgados al área, la primera ocasión clara la tuvieron los locales en una internada de Josué por la banda izquierda que Iván Limón cabeceó en mala posición. Se le marchó fuera, con Yelco Ramos yendo a por uvas.

El partido estaba entretenido, con jugadas en un lado y en el otro. Con balones largos a Chupi, tembló la defensa. Sin embargo, fue Abraham con un disparo desde fuera del área quien probó en serio a Mario. El portero detuvo el lanzamiento.

El cuadro verde no estuvo cómodo en el CerrúEl cuadro verde no estuvo cómodo en el Cerrú - Foto: Santos JiménezLa realidad es que la posesión y el peso los estaba llevando el Calvo Sotelo Puertollano, pero con un Toledo bien situado y presionando para robar y salir como tanto le gusta. Pero en el minuto 37, una jugada desafortunada para el equipo verde puso por delante a los mineros. Airam probó suerte desde lejos, y pero Yelco Ramos no pudo atrapar la pelota. Se le quedó suelta en el área, y ahí Pimental anduvo más listo y más rápido que los defensores para meter la puntera y empujarla hasta dentro de la portería. En dos veces. En la segunda se aseguró de que se metía.

Lejos de despertar, el encuentro siguió en el lado puertollanero. El CD Toledo no supo salir de su campo en los siguientes minutos. Se quedó un poco grogui y sin argumentos para, por lo menos, llegar a los tres cuartos. Así se consumió una primera parte.

La segunda comenzó con una falta puesta al área por Rodri que no remató nadie. Encima, el contragolpe puso a Pimentel mano a mano con Yelco Ramos, después de ganar una pelea a Angelito, que se había quedado atrás para defender la estrategia. El portero ganó esta vez el duelo. Pudo ser el 2-0.

El equipo de Carlos Gómez estaba completamente acogotado por el Calvo Sotelo Puertollano. Salió mejor en los primeros minutos, y buen ejemplo fue una jugada de Biho por la banda derecha cuyo centro se paseó por toda el área sin encontrar rematador. Peligroso, muy peligroso.

Era imposible ver tres pases consecutivos entre jugadores verdes. Así, literal, como dicen los modernos. La afición, casi toda por la televisión, se matenía con su mirada inquisidora. El equipo de Esteban Becker estaba desbordando a sus futbolistas, con solo robar y salir.

Carlos Gómez llamó a Pepe Delgado para entrar al campo. Quitó a Carlos Moreno. Había que tomar riesgos. El resultado fue inmediato, en una falta escorada. Faltaba la de Mario Gómez de todos los días. El talaverano remató de cabeza por encima de todos, pero acabó igual que siempre, con aspavientos. Dio en el larguero.

Por lo menos, el CD Toledo logró calmar el ansia del Calvo Sotelo de incrementar la ventaja. Tuvo más el esférico, aunque, al contragolpe, acumuló otra ocasión clara más. Canty acomodó el balón a su pierna derecha y, desde la frontal, lo pegó con intención pegado al poste. Yelco Ramos agrandó su corta leyenda con otro paradón.

En el minuto 69, Costa, Naranjo y Javi Díez entraron al campo de una tacada. Con tres 'nueves', el CD Toledo quería tener más presencia en el área contraria. Por de pronto, volvió el agobio. El Calvo Sotelo Puertollano continuó llegando y llegando, haciendo pasar apuros al conjunto verde.

Podía pasar que llegara el segundo. Y, en el minuto 74, Ramón, al intentar despejar un córner, dio al balón con la mano dentro del área. Canty no falló ante Yelco. Lo despistó y puso muy cuesta arriba el partido en el Cerrú.

La primera respuesta que pudo ofrecer el equipo visitante fue el balón parado. El barullo no surtió efecto. Luego es verdad que, con varias combinaciones, sí que hubo posibilidad de empatar. Pepe Delgado se metió en el área y chutó, pero el rebote salió para un lado, y luego ya no existió ninguna rendija más por la que colarse.

Entre tanto, Canty se empeñó en encarar al portero visitante una y otra vez. El último cambio del CD Toledo fue Oliva por Luna. Quedaban cinco minutos y el alargue. A pelotazos no fue posible crear peligro. La imagen de la impotencia se hizo cada vez más y más grande, sin poder remediar el problema.

Lo peor es que el resultado pudo ser más holgado, con el daño que podría causar. Yelco Ramos sacó otro uno para uno a Valdivia, metidos en el descuento. Ya no había marcha atrás para la tercera derrota de la temporada. Excesivo, sí, pero con otra sensación de mala, quizás ya no es casualidad. Algo más.