Aún sabiendo que lo iban a rechazar, tantoGutiérrez como Arnao, portavoces de los grupos del PSOE y Ganemos, pidieron al alcalde que diera marcha atrás en esta «maniobra» en la que le culparon de buscar «su tranquilidad» con la mayoría absoluta y tildaron de «escándalo mayúsculo». Los ediles no adscritos también votaron a favor, pese a que lamentaron no haber sido initados a unirse a la moción.