Ana Nodal de Arce

Me la juego

Ana Nodal de Arce


Cumpleaños feliz

14/12/2023

Uno de los grandes logros de nuestra Comunidad, artificial y un tanto anárquica, es haber transformado el imponente Alcázar de Toledo en sede de la Biblioteca regional. Este templo de conocimiento, imaginación y cultura cumple 25 años. Y hay que celebrarlo.
Sí, estamos de enhorabuena porque hemos conseguido que los libros mantengan su vitalidad, que la lectura se convierta en un instrumento para aprender, para divertirse, para viajar, dentro de ese edificio que alberga una historia espléndida, con sus luces y sus sombras, pero que, en definitiva, es nuestra y hemos de asumirla como tal.
Confieso que la Biblioteca es mi lugar favorito de Toledo. Desde allí, desde su altura, la ciudad se muestra fantástica y mágica. Como los propios cuentos, los enigmáticos crímenes de las novelas negras o esos romances que sólo son reales en los libros, pero que nos invitan a soñar con la plena felicidad, aunque sólo sea mientras nos perdemos entre sus páginas.
La convivencia en el Alcázar, con total naturalidad, del magnífico Museo del Ejército y de nuestra querida Biblioteca, es símbolo de una tolerancia que parece perdida en la sociedad actual. Podemos estar orgullosos de nuestros logros, de nuestra bandera, de nuestra literatura, de nuestros creadores, de nuestros estrategas, de las batallas que ganamos y de las guerras que perdimos. Somos el resultado de ese compendio que nos ha precedido y que ahora celebra un aniversario que derrocha juventud, ilusión y ansias de futuro.
No sé cuántas actividades culturales se han sucedido en este cuarto de siglo. Miles, seguro. Hemos asistido a presentaciones, charlas, debates o cine, amén de variadas iniciativas para un público infantil, esos pequeños que se acercan a los libros tal vez cansados del brillo de las pantallas y de tanto artificio. Y es que uno de los grandes éxitos de la Biblioteca ha sido extender sus propuestas a un variado espectro de lectores, tratando con mimo a los niños, la clave de nuestro futuro y la esperanza de nuestro presente. Mi admiración y mi aplauso para esos padres que acuden con sus hijos a visitar las dependencias de este centro cultural de primer orden, que les acompañan o que les guían en sus lecturas, porque, a buen seguro, lograrán que sus pequeños sean ciudadanos más críticos, más independientes, más responsables. Los rebaños no leen y son manipulables por esos poderes que prefieren personas ignorantes para moldearlas a su antojo.
En estos 25 años de brillante trayectoria no quiero olvidarme de nuestro añorado Juan Sánchez, quien fuera alma y corazón de esta Biblioteca, a la que dedicó tantas horas de su vida, para hacer posible una realidad de la que ahora nos enorgullecemos. Aprovecho, de nuevo, para reivindicar ese reconocimiento que le debe Toledo. Sería un bonito detalle otorgarle uno de los galardones que se entregan en la ciudad cada 23 de enero, festividad de San Ildefonso, coincidiendo, precisamente, con ese cumpleaños tan señalado de la Biblioteca.
Sigamos celebrando esa visita al Alcázar, esos libros que nos quedan por leer, esas historias que vamos tejiendo, esos recuerdos que forman parte de esta incipiente Comunidad y esos tesoros que esconde nuestra particular joya. Volemos al País de Nunca Jamás, porque desde allí todo es posible. Entre esas eternas estanterías de miles de volúmenes seremos más ricos. Más libres. Enhorabuena a quienes han permitido con su trabajo, con su tesón, democratizar la cultura. Gloria y larga vida a la Biblioteca de Castilla-La Mancha.