Un informe elaborado por el Instituto de Estudios Económicos (IEE) sobre la competitividad de los sistemas tributarios locales sitúa a la ciudad de Toledo en la posición número 36 entre 141 localidades españolas de más 20.000 habitantes. El estudio determina que el pago de impuestos municipales en la capital regional es un 13% más favorable que la media nacional. El análisis, fechado en abril de 2023, se centra en la carga fiscal agregada de los principales tributos de recaudación municipal, que incluyen el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), el Impuesto sobre Vehículos de Tracción Mecánica (IVTM), el Impuesto sobre el Incremento de Valor de los Terrenos de Naturaleza Urbana (Iivtnu), el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE) y el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras (ICIO).

«La tributación local constituye un elemento muy importante dentro de nuestro sistema fiscal y, sin embargo, es, a veces, insuficientemente considerado a la hora de analizar la carga tributaria que soportan los ciudadanos y las empresas, que se analiza, fundamentalmente, a través de la imposición directa (IRPF e Impuesto sobre Sociedades) e indirecta (IVA)», explica el informe. «Sin embargo, las corporaciones locales, a través de sus distintas figuras impositivas, recaudan alrededor de 25.000 millones de euros al año, una cifra similar a la recaudación total por Impuesto sobre Sociedades en el territorio común». Esta cifra supone un 43% de los ingresos de las entidades municipales. «Se trata, por tanto, de un componente muy significativo de la presión fiscal que, en muchas ocasiones, no recibe la atención necesaria a la hora de analizar la carga tributaria total que soportan las empresas y los individuos».

La competitividad fiscal de las entidades locales y de las comunidades autónomas. Factor determinante para su desempeño económico, un documento firmado por Alberto Monreal y Valentín Pich, ubica a Toledo entre las mejores ciudades para establecer tanto una residencia familiar como una sociedad empresarial. La capital regional ocupa el vagón delantero entre las urbes más importantes del país. Entre las de Castilla-La Mancha, Talavera y Albacete, en las posiciones 24 y 35 respectivamente, rebasan los datos de Toledo, aunque los registros con que se califica a Guadalajara, Cuenca y Ciudad Real (posiciones 42, 94 y 119 respectivamente) son comparativamente peores.

Toledo es una de las capitales autonómicas que mejores perspectivas tributarias ofrece. Sólo Santiago de Compostela, Santander, Santa Cruz de Tenerife y Zaragoza reciben una estimación más favorable por parte del IEE. Ciudades como Madrid, Barcelona, Valencia o Sevilla tienen una carga tributaria municipal más elevada. El informe no contiene datos de las haciendas forales de País Vasco y Navarra.

UN IBI A LA BAJA. El IBI es el principal impuesto municipal según el volumen de recaudación. Aproximadamente, dos de cada tres euros que ingresan en el erario a través de las administraciones locales proceden de este gravamen. En el caso de Toledo, su IBI es un 29,3% más cómodo que el de la media de las 141 ciudades españolas de mayor población. La presión fiscal por este capítulo es, por tanto, inferior; además, la ciudad lo ha rebajado en un 1,3% en el periodo comprendido entre 2019 y 2022. El recorte del tipo impositivo no alcanza la profundidad de localidades como Pozuelo de Alarcón (-15%), Palma (-12,7%) o Barcelona (-12%), pero mejora las subidas de Villarreal (15,5%), Mataró (14,5%) o Mollet del Vallès (13%).

La clasificación elaborada por el IEE ubica a Toledo en el número 20 de la tabla de mejores ciudades españolas en función de este tributo.

El IBI es un impuesto cuyos plazos e importes varían en cada ayuntamiento. Se trata de un gravamen que los propietarios, usufructuarios, concesionarios o titulares de un derecho de superficie de cualquier bien inmueble deben satisfacer ante su administración local. Los bienes inmuebles sujetos a este pago incluyen casas, pisos, establecimientos comerciales, despachos, plazas de aparcamientos o trasteros. El IBI se calcula a partir del valor catastral de la vivienda y añadiendo el tipo impositivo fijado por el respectivo ayuntamiento.