Matanza de linces ibéricos en las carreteras

La Tribuna
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Ecologistas en Acción denuncia las 95 muertes de ejemplares entre 2021 y 2023 en la provincia, la gran mayoría por atropellos, y sospecha que las estadísticas de la reintroducción son artificiales

Matanza de linces ibéricos en las carreteras - Foto: David Pérez

Ecologistas en Acción de Toledo ha elaborado el 'Informe sobre mortalidad de lince ibérico (Lynx pardinus) en la provincia de Toledo entre 2021 y 2023' con datos facilitados oficialmente tras una solicitud de información ambiental presentada ante la Consejería de Desarrollo Sostenible, según el cual, entre 2021 y 2023, registró 95 ejemplares de linces hallados muertos, un promedio anual de más de 30 ejemplares.

La ratio de mortalidad en 2022 alcanzó el 14% de la población toledana, cuando para el conjunto de la población ibérica se cifra en un 9,2%. «Hay una significativa alta mortalidad de linces en Toledo respecto de la que hay en otras poblaciones», asevera.

Como primera causa de mortalidad registrada destaca el atropello en carreteras. 78 ejemplares muertos, el 82% de los fallecimientos. En 2022 se registraron 30 atropellos, el 11% de la población, cuando en el conjunto hispano-portugués la tasa de mortalidad por esta causa es del 6%.

Por otro lado, se considera que está infravalorada la mortalidad de la especie, puesto que resulta imposible localizar todos los ejemplares que perecen, singularmente si fallecen en lugares recónditos o han sido ocultados. En este sentido, es llamativo que mientras para el conjunto de la población ibérica la tasa de mortalidad por caza ilegal (por disparo, trampas, lazos, veneno) es del 5%, en Toledo solo se ha detectado un caso de muerte achacable a este factor en tres años.

En los atropellos se observa que se registran en toda la zona de distribución de la especie en la comarca de los Montes de Toledo. Más del 90% de los atropellos se localizan en el piedemonte y más del 60% en solo cuatro tramos de carretera muy bien conocidos.

Las carreteras que concentran mayor porcentaje de los sucesos de mortalidad se ubican entre Toledo, La Puebla de Montalbán, Navahermosa y Mazarambroz; una zona con numerosas infraestructuras viarias arregladas últimamente.

Revisadas estas carreteras de mayor siniestralidad se ha constatado que solo en un tramo de una de ellas, la CM-410 entre Cuerva y Mazarambroz, se han puesto en práctica medidas de prevención de atropellos, estando estas medidas ausentes en el resto de la red viaria.

«A la vista de los datos de mortalidad sorprende que la Consejería de Desarrollo Sostenible y quienes han diseñado los planes de reintroducción no hayan dispuesto los mecanismos adecuados para prevenir este grave problema antes de empezar el programa de sueltas y que ahora no se apliquen medidas eficaces para revertirlo», destaca la organización en un comunicado.

Según afirman, a la «carencia de medidas efectivas» para evitar la mortalidad de linces pueden estar contribuyendo factores que añadir a la falta de previsión en los planes de reintroducción. «Por un lado, la sensación de optimismo y éxito que se transmite del proceso de reintroducción que genera situaciones de autocomplacencia en las que no se atiende a una cuestión fundamental: si el lince aparenta estar tan bien en Toledo es porque no deja de ser una población artificialmente mantenida, a la que se le siguen añadiendo ejemplares mediante sueltas».

Por otro lado, desliza que se puede estar considerando que la mortalidad de linces en Toledo es asumible; puesto que la población no deja de crecer en las estadísticas «de manera artificial». Por último, «no se rastrean lo suficiente los posibles casos de caza ilegal y, a su vez, se minusvalora esta problemática».

Ecologistas en Acción propone un plan de choque con medidas para reducir la mortalidad.