Quedan 35 días para la cita con las urnas, ¿qué vibraciones tiene?

Yo estoy muy satisfecho con el comportamiento del PP de Castilla-La Mancha. He podido comprobar que está absolutamente preparado, con un grupo de personas altamente eficaces, comprometidas, con una gran capacidad de gestión, con trayectorias reconocibles en la vida pública y privada, y que pueden asumir el Gobierno desde el mismo día 29 de mayo. Hay un comportamiento como partido de unidad, de ilusión y de compromiso con Castilla-La Mancha que para mí es una satisfacción.

En segundo lugar hay una sensación muy positiva en la calle. No hay rincón de Castilla-La Mancha que recorramos donde no exista ese ambiente de cambio; y es tan imparable como tranquilo, y tan imparable como moderado. 

Esa sensación de cambio que dice, sobre todo en algunos corrillos de su partido, se percibe como cierto triunfalismo. ¿No es malo confiarse?

Las elecciones no están ni ganadas ni perdidas hasta que no se abra la urna. Por eso a mí me habéis oído siempre mantener la prudencia. Es cierto que las encuestas, no una sino todas las tendencias de las encuestas que publican medios de comunicación serios, vienen a confirmar lo mismo: que el PP obtendría una mayoría razonable para poder formar gobierno en Castilla-La Mancha. Pero yo creo que hay que ser prudentes y humildes. Nuestra obligación hoy como partido tiene que ser la de hablar con cada uno de los dos millones de castellano-manchegos y contarles cuál es el proyecto de cambio político que tenemos, para recabar su confianza. Y cuando nos den su confianza, pues tener un gobierno profesional, riguroso, del terruño y de éxito. Y eso es en lo que tiene que estar el PP. Por lo tanto, humildad y prudencia para seguir trabajando.

¿No le parece que hay un exceso de encuestas? ¿Se están desvirtuando?

Creo que en cada momento político tiene unas derivadas. He sido alcalde, presidente de Diputación y he vivido muchos procesos electorales. Cada proceso electoral es distinto, porque cada momento es distinto. Hay una demanda de conocer cuál es la evolución de la tendencia de voto. Pero lo importante no es que haya muchas encuestas, es que todas las encuestas, independientemente del medio que la publique, de su tendencia ideológica y de la casa demoscópica que analice los datos, todas alejan a Page de la mayoría absoluta y todas dan a Paco Núñez una mayoría suficiente para gobernar.

¿Qué ha cambiado en usted respecto a las elecciones de 2019?

En los últimos cuatro años, el Partido Popular de Castilla-La Mancha y yo mismo hemos recorrido varias veces la región. Lo que ha cambiado es que conozco en profundidad Castilla-La Mancha. He podido mirar a los ojos a miles de castellano-manchegos; he podido compartir sus problemas; y he podido comprobar algo que intuía, que sabía, pero que ahora he comprobado en primera persona: la gran cantidad de personas tremendamente válidas que tienen que cobrar protagonismo en Castilla-La Mancha para transformar esta región y que llegue a donde se merece.

Page llama la atención a los suyos de que no se relajen, que cada voto cuenta. Va a ser una campaña muy intensa.

El líder y candidato del PSOE en Castilla-La Mancha ha perdido los papeles. Ha entrado en precampaña con un tono agresivo, insultón y faltando al respeto a todo el que le escucha y al que ve. Yo no voy a perder ni un minuto en entrar en la campaña que quiere Page. Pero a cada insulto del líder del PSOE va a obtener de mí una sonrisa y una apuesta por Castilla-La Mancha. Porque mientras que el Partido Socialista está enfrascado en faltar el respecto a la gente, a base de bravuconadas, gritos, e incluso algún insulto, en el PP estamos para gobernar. Los castellano-manchegos lo que están deseando es tener un gobierno profesional, serio, riguroso, sensato y que gestione con eficacia; que es lo que yo les propongo. Cada uno deber tener claras sus prioridades, pero la pérdida de papeles por parte del líder del PSOE es impropia de lo que los castellano-manchegos nos merecemos.

¿Cómo valora a su rival en un duelo electoral?

Hace mucho que Page perdió la credibilidad, y cuando uno pierde la credibilidad en política hace un flaco favor a sus paisanos. Es un político sin palabra. Eso es muy grave. Prometió cosas como que nunca pactaría con Podemos, y luego hizo vicepresidente de Castilla-La Mancha al secretario general de Podemos. O dijo que si Susana Díaz no ganaba las primarias dejaría la política. O  prometió la carrera profesional sanitaria durante ocho años y no ha sido capaz de ponerla. O prometió la autovía de Albacete a Cuenca y no ha hecho ni un kilómetro… podría seguir así durante horas, pero lo cierto es que en política los pensamientos deben ir acompasados de la palabra y la palabra de los votos. Cuando uno ya no tiene palabra deja de ser útil para su ciudadanía, y Emiliano García-Page hace mucho que dejó de ser útil para el futuro de Castilla-La Mancha.  

En el PSOE les acusan de lanzar bulos a diario. Le llaman directamente 'Paco Bulos'.

Yo tengo una región que gobernar, y Castilla-La Mancha tiene muchos problemas que son culpa del PSOE. Tiene problemas de índole sanitario, con las peores listas de espera de España. Tenemos la inflación más alta del país, somos la comunidad autónoma donde más cuesta hacer la cesta de la compra. Somos la tercera región con mayor esfuerzo fiscal del país. Castilla-La Mancha ha perdido 80 millones de euros en inversión de regadío, y 5 Hm³ de agua que puso encima de la mesa el presidente Rajoy. El PSOE ha sido incapaz de gestionar y están perdiendo nuestros agricultores. Por lo tanto, hay tantos problemas en Castilla-La Mancha que hay dos formas de enfocarlos: uno, como hace el PSOE, negar que existen; y otro como hace el PP, abordarlos y darles solución.

Mientras que ellos hablan de sus cosas en esta campaña de insultos, yo quiero hablar de entendimiento con los castellano-manchegos, de consenso y de políticas moderadas que saquen a la región para adelante. Y una idea más que me parece que no es menor, la política, como la vida, va de entendimiento, va de diálogo, va de consenso. Castilla-La Mancha está perdiendo muchas oportunidades. No está siendo capaz el PSOE de gestionar los fondos europeos, de influir en el Gobierno de España, no hay una política de agua clara que beneficie a la región, ni de infraestructuras... y es porque en el PSOE están todos a palos con todos. Cuando se está enfrentado se aporta muy poco al conjunto de la ciudadanía. Sánchez se pelea con Podemos, Podemos se pelea con Sumar, Sumar se pelea con Page, Page se pelea con Sánchez, Sánchez se pelea con Castilla-La Mancha… ¡Todos se pelean con todos! Y en esa pelea del PSOE entre sí, con el comunismo y el socialismo, ¿quién gana? Los castellano-manchegos desde luego que no. 

Unos de los puntos en los que más están chocando con el PSOE es en la nueva Ley de Agricultura Familiar y la creación de un Banco de Tierras. Desde su partido se ha calificado la ley como «comunista», ¿realmente ve a Page como un comunista?

El 17 de abril de 2023 se publicaba la ley 9/2023, última ley que ha aprobado el PSOE, por cierto, con sus únicos votos. Esa ley dice en su artículo 29 (saca el texto de la ley): «A efectos de lo establecido en esta ley, la Consejería podrá acordar respecto a una parcela o finca rústica la declaración de incumplimiento de la función social del uso de la tierra, por su infrautilización». «La declaración de incumplimiento de la función social del uso de la tierra podrá afectar al derecho de propiedad de la parcela o finca rústica afectada, o sólo al usufructo de la misma». «La declaración prevista en el apartado anterior conllevará, previa tramitación del expediente correspondiente, la cesión temporal de uso al Banco de Tierras, por un plazo no inferior a diez años ni superior a veinticinco, de la parcela o parcelas en las que se produce dicha situación». «El procedimiento para la declaración de incumplimiento de la función social de uso de la tierra, se regirá por la legislación general sobre expropiaciones».

Lo cierto y verdad es que el 17 de abril de este año se publica esta ley que dice que se puede llevar a cabo la expropiación de tierras a aquellos agricultores que la Consejería de Agricultura del PSOE considere que no cumplen su fin social. Una ley que contempla la expropiación de tierras es una ley de la izquierda radical. Póngale usted el apellido que quiera.

Yo lo que le quiero decir a los agricultores es que estén tranquilos, que cuando yo sea presidente de Castilla-La Mancha vamos a derogar la ley. Los que quieran que sus tierras no estén en peligro, que apuesten por el Partido Popular. 

¿Percibe inseguridad en los agricultores después de la aprobación de esa Ley?

No es una cuestión de percepción, es una cuestión de legalidad. La ley dice lo que le acabo de leer. No hay ningún anuncio, ninguna interpretación, hay una legislación. Cualquier abogado le diría que, en base al artículo 29 de esta ley, el Gobierno de Castilla-La Mancha puede iniciar un expediente de expropiación de tierras. El PSOE ha generado un problema, porque ha abierto la puerta a la posibilidad de expropiar tierras. Y el Partido Popular lo va a solucionar, porque vamos a derogar esa ley.

Todas las encuestas tienen una constante, y es que todas coinciden en la entrada de Vox en las Cortes regionales, ¿cómo valora eso?

Desde hace tres legislaturas en el parlamento solamente hay espacio para los dos grandes partidos y un tercero. Así fue en 2015, cuando entró Podemos en las Cortes y Page pactó con ellos a pesar de perder las elecciones. En el 2019 entramos PP, PSOE y Ciudadanos; y ahora todas las encuestas apuntan a que entra Vox. Los ciudadanos son sabios siempre. Yo les pido a los castellano-manchegos confianza, porque con su voto van a decidir cómo quieren que sean los próximos cuatros años en Castilla-La Mancha. Y creo que ha llegado el momento de pensar, ¿tengo lo que me merezco? ¿La Sanidad que me merezco? ¿Las ayudas que me merezco? ¿La Educación que me merezco? Y si la respuesta es que merezco más, pues hay que cambiar. 

Dice que Page no tiene problemas en pactar con Podemos, pero usted lo va a tener que hacer con Vox…

Yo lo que afirmo es que Page ya hizo vicepresidente de Castilla-La Mancha al secretario general de Podemos, y que ya pactó con IU en el Ayuntamiento de Toledo, y que, si Podemos vuelve a entrar en el parlamento autonómico y Page los necesitara, volvería a pactar con ellos. Porque ya lo ha hecho. Y lo que yo digo, con rotundidad, es que yo voy a esperar al resultado de las urnas, a interpretar la decisión de los castellano-manchegos.

Es fundamental que las decisiones que afectan al futuro de Castilla-La Mancha se tomen escuchando a los castellano-manchegos. Yo lo que les digo es que apoyen al PP para que tengamos una mayoría suficiente que nos permita formar gobierno. Y lo que les prometo es un gobierno sensato, riguroso, profesional, serio… pero que, además, tome decisiones escuchándoles.

¿Qué tal es su relación con Vox? 

Yo trato de cultivar una buena relación política con todos los que en estos momentos tienen la honra de encabezar una candidatura. Trato de mantener una relación cordial con el líder del PSOE. Aunque él ahora haya decidido endurecer el discurso y usar la crítica permanente y el tono duro en campaña, yo no lo haré. Trato de mantener una relación con la líder de Ciudadanos, Carmen Picazo; trato de mantener una buena relación con el líder de Podemos, que además es paisano mío de Almansa; y he tenido un par de conversaciones informales en dos actos que hemos coincidido con el líder de Vox. No he tenido conversaciones formales con ningún partido. 

Entonces nunca le han dicho eso de 'derechita cobarde'.

No, no me he sentido insultado nunca. Salvo por el actual partido socialista; pero tampoco le voy a dedicar ni medio minuto a la cuestión.

En los sitios en los que el PP se ve obligado a pactar con Vox se está convirtiendo en un incómodo compañero de viaje. El ejemplo más claro está en Castilla y León. Si llegado el momento tuviera que estar con Vox, ¿cómo piensa afrontar ese difícil matrimonio?

La política ficción hay que dejarla para otro momento y hay que vivir el momento actual. Quedan 35 días para un proceso electoral y ahora los partidos estamos presentando nuestras propuestas y yo estoy planteando una alternativa de gobierno. Y no lo estoy haciendo sólo, lo estoy haciendo con Castilla-La Mancha detrás y con el PP al lado.  

Sí que le puedo decir que yo en mi época de alcalde tuve que gobernar en minoría, tuve que gobernar en coalición con un partido independiente y tuve que gobernar con mayoría absoluta. Por tanto, he experimentado todos los procesos de gestión y tengo una trayectoria política constratada que me ha permitido abordar distintos escenarios políticos; algo que no viene mal en un momento como éste. Pero, yo aspiro a tener una mayoría suficiente y razonable como para poder forma gobierno con el Partido Popular.

David Moreno, el candidato de Vox en la región, ha dicho hace unos días que su modelo de gestión es lo que está haciendo Vox en Castilla y León, especialmente en agricultura, ¿ve extrapolable ese sistema?

Mi modelo de gestión es el del Partido Popular. Es el del presidente Alberto Núñez Feijóo. Es el de la presidenta Ayuso, el del presidente Moreno… Mi modelo de gestión para la agricultura es el conseguir una PAC que dé certidumbre a los agricultores, que no sea una PAC ecologista, que sea una PAC para el agricultor y para el ganadero. Mi modelo de gestión en la agricultura es recuperar la senda del Plan Hidrológico Nacional y que el agua no parta de la base de un pacto entre Sánchez, Page y los ecologistas; sino que el agua parta de un pacto entre agricultores, ganaderos y el Gobierno para que el agua sea un elemento de generación de riqueza y de oportunidades. Pasa por un modelo de crecimiento donde podamos bajar los costes de producción del campo, donde haya más rentabilidad, donde los precios sean más justos para el agricultor.

Mi modelo de crecimiento pasa por unas ayudas directas que deben llegar al agricultor, que tienen que llegar al ganadero, que no puede estar esperando ahora en un momento de sequía a que el gobierno tramite un expediente, haga una modificación, hable con Europa, vuelva a hablar con Europa… El PSOE tiende a cargar en la espalda de los ciudadanos sus problemas de gestión, y el ciudadano tiene que recibir la gestión limpia, pura, finalizada. Si entremedias hay que hacer uno, siete, 15 expedientes; una o dos modificaciones; 40 llamadas y dos viajes a Bruselas... eso es un problema del político. Yo jamás sobrecargaré en la espalda del ciudadano los problemas burocráticos que conlleva ser presidente del gobierno de Castilla-La Mancha. Por lo tanto, tengo claro cuál es mi modelo de gestión. 

Hablaba antes de Juanma Moreno, de Díaz Ayuso, es cierto que está usted muy arropado. ¿Qué le dicen sus compañeros?

Que la percepción es de cambio. Pero además, de necesidad de cambio. La presidenta de Madrid y el presidente de Andalucía están deseando que haya un cambio en Castilla-La Mancha para poder convertirla en una aliada de sus autonomías. Madrid está recibiendo el 50% del capital privado extranjero que llega a nuestro país. Castilla-La Mancha el 1,65%. Madrid tiene un gran foco económico, pero tiene poco territorio. Y Castilla-La Mancha tiene mucho territorio y ningún foco. Madrid está deseando que Castilla-La Mancha homogeneice su fiscalidad a la suya, que haya una convergencia burocrática, o que haya un desarrollo de normativa urbanística que nos asemeje a Andalucía o Madrid. Todo para desarrollar proyectos comunes en un territorio que tiene que estar unido desde un punto de vista empresarial. 

Todo el mundo convendrá conmigo en que si hay una alianza entre Madrid, Castilla-La Mancha y Andalucía, la captación de inversiones internacionales, de puestos de trabajo para gente joven, va a ser mucho más influyente de lo que es ahora. Hay que bajar impuestos y lo vamos a hacer. Hemos descrito perfectamente cuál va a ser nuestra bajada fiscal, que vamos a deflactar el IRPF, eliminar sucesiones o donaciones, eliminar patrimonio, bajar actos jurídicos documentados, transmisiones patrimoniales… Hay que simplificar la burocracia y reducir el papeleo. Hay que eliminar y simplificar claramente la administración, y hay que modificar la Ley del Suelo, la Ley de Urbanismo, la Ley de Medidas Administrativas, la Ley de Vivienda.. y hay que hacerlo de manera urgente. 

Aspiramos los tres presidentes a que Castilla-La Mancha, Andalucía y Madrid sea un gran territorio referente en el sur de Europa y que los castellano-manchegos puedan empezar a mirar a Madrid y Andalucía como aliados, y no como un enemigo como ahora lo plantea el PSOE.