Ojos para una selva solidaria

M.G
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El libro de cuentos 'La selva de las sensaciones' lleva vendidos más de 1.500 ejemplares en menos de tres meses. Se trata del proyecto solidario de José Luis, enfermo de ELA, que lo ha escrito con un dispositivo ocular

José Luis García.

José Luis García Fernández tiene una mirada especial. Puro instinto. Unos ojos con mucho que contar y con ganas de adentrarse en una selva repleta de animales que  viven, sienten, se equivocan y enseñan valores tanto a padres como a sus hijos pequeños. El suyo, Adrián, se tomó como un gran regalo que la foto de su padre apareciera en la contraportada de 'La selva de las sensaciones' el día que los primeros ejemplares llegaron a casa. «Sin decir nada, Adrián guardó uno en su mochila para enseñárselo a todo el mundo».

Para Adrián, su padre era famoso, pero más allá del ensueño de un niño con un libro de cuentos  como regalo, 'La selva de las sensaciones' es mucho más. Lleva casi tres meses publicado y parte de los beneficios se están destinando a la asociación AdELAnte CLM, un colectivo que apoya y visibiliza la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), una enfermedad neurodegenerativa que padecen más de 3.700 personas en España.

De momento, 'La selva de las sensaciones' ha conseguido vender más de 1.500 ejemplares y ya ha destinado más de 8.300 euros a la asociación. Las aventuras de  una serpiente, un tucán o un hipopótamo, entre otros animales, de una selva variopinta llena de color y de aprendizajes entretienen y dejan entrever la sensibilidad del autor que ha escrito con los ojos cada uno de los quince cuentos a través de un dispositivo ocular conectado a un ordenador que le ayuda a comunicarse con su familia, su entorno y le permite mantenerse activo a diario.

Clara y Adrián, los hijos del autorClara y Adrián, los hijos del autor - Foto: Foto cedida por José LuisJosé Luis sabía que escribir un libro llevaría mucho más tiempo si tenía que hacerlo con los ojos, pero no se arredró a pesar de que necesita parar cuando se le cansan. «La idea surgió para ocupar el tiempo del día, que en mi caso a veces pasa muy despacio por todas mis limitaciones físicas», explica el autor a través de un mensaje de texto por Whatsapp. También pensó en Clara y Adrián, sus hijos, y se planteó un reto con mayúsculas, «ser capaz de hacer algo por mí mismo cuando en mi día a día necesito ayuda para TODO». Lo expresa tal cual porque la enfermedad es cruel y ha ido invalidando sus capacidades.

José Luis lleva más de cinco años viviendo con ELA, que le apartó de su puesto dentro de Eurocaja Rural, y visibilizando con su ejemplo una enfermedad «que muchas veces deja a los enfermos al margen de la sociedad». Sabe de lo que habla porque la incapacidad puede acompañarse de soledad a pesar de que el entorno se vuelque en ayudar. Sin embargo, este proyecto solidario también le ayuda a canalizar esa sensación y toda la familia está muy implicada en dar a conocer y distribuir este libro de cuentos que puede adquirirse en AdELAnte CLM por 9.95 euros más gastos de envío y en otras plataformas de venta on line, como Amazon.

'La selva de las sensaciones' está teniendo muy buena acogida a pesar de no ser «un superventas», como explica José Luis. Yun libro con tanta moraleja tiene facilidad  para la venta. Si bien, José Luis es el único que sabe el esfuerzo y las ganas que están poniendo su familia, amigos, compañeros de trabajo y todos los que le conocen para  promocionarlo con el objetivo de ayudar a AdELAnte CLM, un colectivo que acaba de cumplir seis años de existencia y no está pasando un buen momento a nivel económico tras la pandemia debido a una caída del 70% de los ingresos.

Desde hace casi tres meses las aventuras de esta curiosa selva se cuelan en las habitaciones de los más pequeños por las noches. Ylos que ya han terminado el libro, lo releen mientras sus padres piensan: ¿Habrá segunda parte?

«Ya veremos. La verdad es que me ha costado más de lo que pensaba porque no es fácil hacer todo lo que implica con los ojos...». José Luis no lo descarta porque volvería una y otra vez a esa selva a convivir con todos esos animales que transmiten tantas sensaciones, pero el proceso de elaboración es complejo, sobre todo, la maquetación, «puesto que en la plataforma dónde se ha publicado -el editor Freepik- debes hacerlo todo tú y ahí tienes que invertir mucho tiempo en tutoriales...»

Sin duda, las reseñas de 'La selva de las sensaciones' invitan a un segundo viaje, sobre todo, cuando el primero «es una muestra continua de valores que denota una gran sensibilidad del autor que invita a leer de modo voraz hasta terminarlo»... JoséLuis se siente muy agradecido con este tipo de comentarios y no está dispuesto a cerrar ninguna puerta a pesar de la ELA. Quizá en su cabeza ronda algún animalillo más con ganas de dar a conocer su historia y su experiencia un día cualquiera en una selva tan animada. Y seguro que su hijo Adrián está guardando hueco en su mochila para llevar un segundo libro de su padre y enseñarle a todo el mundo de lo que es capaz.