La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) de Toledo ha denunciado los precios que está ofreciendo la industria láctea para los contratos del próximo trimestre al ovino y caprino de leche, que suponen una reducción respecto a los que se suscribieron ya hace seis meses pese a que siguen incrementándose los costes. Así lo ha trasladado este jueves en rueda de prensa la secretaria provincial de UPAToledo, Elisa Fernández, acompañada del responsable de ganadería de UPACLM, Julio Alberto Corrochano, y dos ganaderos de caprino de leche de la comarca de Talavera, Mariano González y Rodrigo García.
La responsable provincial de UPAha manifestado que si ya en los contratos trimestrales de enero a marzo de este año se planteó una rebaja en el precio de entre un 10 y un 15% a estos dos sectores, el que plantea ahora la industria «viene con otra bajada significativa». Sería en concreto de un 11,36% menos en el caso de la leche de oveja y del 16,60% en el de la leche de cabra respecto al contrato suscrito para el último trimestre de 2023.
Como ha indicado, en el último trimestre de 2023 el litro de leche de oveja se pagaba a 1,58 euros y el de cabra a 1,07 euros, mientras que si se llegan a firmar los contratos que plantea ahora la industria, el precio que percibirían los ganaderos sería de 1,40 euros y de 0,89 euros, respectivamente.
Eso, como han apuntado tanto Fernández como los dos ganaderos, pese a que ya entonces el precio estaba por debajo de los costes de producción que marca el Observatorio de Precios de Castilla-La Mancha, fijados en el año 2021 y también desactualizados.
Sobre esto último, la representante de UPA ha recordado que la guerra de Ucrania y la «extrema sequía» han repercutido en un aumento de estos costes para el sector primario, que debe hacer frente además a «una bajada de precio injustificada». En este sentido, ha confirmado que España es «un país deficitario» en producción de leche de oveja y de cabra, por lo que «no se entiende que la industria diga que tiene mucha leche» a menos que la importe de otros países.
Para Fernández, esta nueva bajada de precios que plantea la industria es además «una burla no solo a los productores, sino también a los consumidores», puesto que el precio de los productos básicos de la cesta de la compra se ha incrementado en un 21,7% en el último año. «Si nosotros pagamos un 20% más en el mercado cuando vamos a comprar, lo justo es que los productores tengan esa subida también, y si a los productores les están bajando un 16% su producto, que eso repercuta en el precio que pagamos los consumidores en el mercado porque si no al final unos se empobrecen a costa de que otros se enriquezcan», ha manifestado la dirigente provincial de UPA.
Por todo ello, desde el sector hacen un llamamiento en primer lugar a los representantes de la industria para que «den marcha atrás y rompan los contratos que tienen encima de la mesa» y sean «conscientes» de la situación que atraviesan tanto productores como consumidores.
Asimismo, piden al Ministerio «que de una vez por todas se cumpla la Ley de la Cadena Alimentaria», que recoge «que ningún eslabón de la cadena puede recibir por debajo de costes» y haya en su lugar un «reparto equitativo» del dinero.
Otra de las peticiones pasa por que la AICA (Agencia de Información y Control Alimentarios) incremente las inspecciones de oficio para «garantizar que esa Ley de la Cadena Alimentaria se cumple» y «no esperar a que sean los ganaderos los que de forma individual pongan la denuncia», además de incrementar las sanciones para los que no lo hagan.
También demandan que el Observatorio de Precios de CLM actualice los costes, porque el precio medio de referencia que tiene está «totalmente desactualizado», ya que data de 2020-2021.
El sector quiere «vivir dignamente» de su trabajo, tal y como ha expuesto Rodrigo García, quien ha lamentado que, en estos momentos, los ganaderos están «bajo el yugo de la esclavitud» de la industria. Ha denunciado la «maniobra» que sigue de ofrecer los contratos nuevos «pocos días antes de que se cumpla el fin del anterior para imponernos precios y nos amenazan que si no los firmamos, automáticamente no nos recogen la leche».
Algo que ha secundado Mariano González, quien ha recalcado que mientras el que compra sea el que pone el precio, siempre va a haber manipulación y abuso por parte de la industria». Lo que están pidiendo los ganaderos, ha dicho, «no es para incrementar el precio al consumidor» sino que «los beneficios que hay desde el primer eslabón hasta el último se repartan equitativamente».