«Toledo tiene muchas ganas de fútbol sala»

J. M. Loeches
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El técnico del Cobisa Futsal, Quique Soto, resalta el ambientazo del partido contra el Valdepeñas y que su equipo «compitió de tú a tú a un equipo que venía al 200 por cien»

El partido contó con 1.200 espectadores en las gradas

El partido de semifinales  del Trofeo Junta, disputado el pasado miércoles en el Javier Lozano Cid entre el Cobisa Futsal y el Viña Albali Valdepeñas, ha recuperado recuerdos de décadas pasadas. Para el entrenador del cuadro toledano, Quique Soto, «fue como volver a 1997, cuando un equipo era capaz de llenar el pabellón». Desde su punto de vista, «Toledo tiene muchas ganas de fútbol sala».

Al margen del ambiente generado en las gradas, con una afición que se volcó con el equipo aurirrojo, el técnico confiesa que «abajo, la sensación era todavía mejor». La pena es que el Valdepeñas se adelantase muy pronto, y que sus jugadores entuvieran mucho más metidos ya en la segunda parte, en la que, para él, «compitieron de tú a tú a un equipo que venía al 200 por cien».

Más allá de medirse a un equipo de Primera División, Soto entiende que el partido fue «un acontecimiento importante», y que por eso la afición respondió con más de 1.200 personas en las gradas. El entrenador del cuadro cobisano se queda con que «la mucha gente del pueblo estaba en Toledo, la rotonda de entrada se volvió a atascar y apenas había aparcamiento en los alrededores». Muestras inequívocas de que «Toledo sigue demostrando por qué es la cuna de este deporte».

Por eso, Quique Soto lanza el guante a las instituciones y a las empresas privadas: «Hay muy buena base, con equipos que están en las fases finales de los campeonatos nacionales, pero luego falta fútbol sala de elite; este deporte mueve mucha masa y no necesita tanto dinero como el fútbol». Desde su punto de vista, el modelo «está creado».

En lo puramente deportivo, el choque exigió un esfuerzo físico enorme a sus jugadores, que este viernes tienen que visitar, ya en la liga, al Moral FS (21:15 horas). Merecía la pena para vivir «un día histórico». Resalta que su equipo intentó enfrentarse a un Viña Albali Valdepeñas que encaró el encuentro algo herido por su arranque en la liga, donde todavía no ha conseguido ganar. «Llegaron con la moto encendida, pero hubo momentos en los que quisimos ir a por ellos; creo que pudimos marcar algún gol», concluye.