«Entre los fines del Consorcio está tanto mantener las viviendas del Casco como los Bienes de Interés Cultural (BIC)». Así respondió el gerente del organimo, Manuel Santolaya, a las críticas de Izquierda Unida relativas a que el Consorcio destina más presupuesto a la conservación de iglesias que a la mejora de casas de la zona histórica.  

Santolaya explicó el procedimiento que se sigue para acceder a las subvenciones para la rehabilitación de edificios y recordó que la entidad debe dedicarse a ambos cometidos.

La semana pasada, la coalición de izquierdas ofreció una rueda de prensa para explicar que el presupuesto fijado por el Consorcio para obras singulares ha sido de 1.090.804 euros en el primer semestre del año. De ellos, concretaron que «418.392 euros se han invertido en la restauración de iglesias, mientras que para la rehabilitación de vivienda se ha dedicado escasamente 127.804 euros».

Javier Mateo, coordinador local de IU, evidenció, con estas cifras, «que el Consorcio dedica a vivienda la tercera parte de lo que destina a las iglesias», esto «amén de las intervenciones realizadas en espacios privados, algunos calificados como BIC, de los que la ciudad no obtiene contraprestaciones de ningún tipo». Recordó, en este sentido, el caso de la Capilla de San José.