Las ayudas al alquiler que da la Junta para víctimas de violencia de género proporcionarán un techo este año a 1.135 personas, sumando aquí tanto las mujeres solicitantes como los familiares que viven con ellas, que pueden ser, por ejemplo, sus hijos o sus padres que dependan de ellas. Estas ayudas específicas se pusieron en marcha en 2019 y cada vez van a más. En ese primer año ayudaron a 321 personas, en 2020 se duplicó el número hasta las 714, entre los ejercicios 2021 y 2022 se llegó a 1.560 y solo en este 2023 se va a superar la cifra de las mil, en concreto 1.135.

El consejero de Fomento, Nacho Hernando, corrobora que así se va a cubrir el cien por cien de las solicitudes que han llegado. Para ello, el Gobierno regional ha tenido que aumentar el presupuesto. Cuenta que esta política se lleva a cabo con fondos del Pacto de Estado de lucha contra la Violencia de Género, que reparte el Ministerio de Igualdad, pero Hernando apunta que "el pacto llega hasta donde llega y el dinero no es infinito". Este año, por ejemplo, la Junta partía con un presupuesto de 1,25 millones de euros, pero quedándose solo con el dinero que llega del Ministerio habría mujeres que se habrían quedado fuera de las ayudas. Para que esto no ocurra el Consejo de Gobierno ha autorizado esta semana una ampliación de presupuesto, con fondos propios de la Junta. Se sumarán así 340.000 euros, con lo que el presupuesto total para este 2023 llegará a los 1,59 millones. "Igual no tenemos dinero para todo, pero sí va a haber dinero para lo importante", subraya el consejero.

Con este programa la Junta da ayudas que cubren el 60 por ciento del coste del alquiler, siempre que el arrendamiento esté por debajo de los 750 euros. El Gobierno regional amplía esa ayuda al 75 por ciento cuando la mujer o alguno de sus familiares tienen discapacidad y se sube al 100 por ciento en casos de familias numerosas, con ascendientes o descendientes en grado de dependencia o si así lo requiere una casa de acogida para que una mujer víctima pueda salir de esta recurso y empezar a normalizar su vida de manera independiente en una vivienda. 

Desde 2019 Castilla-La Mancha lleva destinados 4,4 millones de euros a este programa de ayudas del que se han beneficiado 3.700 personas.