En el vagón de cola de la OTAN

G. F. A (SPC)- Agencias
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España es el penúltimo país de los 30 aliados atlánticos en inversión en Defensa, al dedicar el año pasado el 1,09 por ciento del PIB, situándose en el 'ranking' solo por encima de Luxemburgo

Los Presupuestos del Estado prevén incrementar este ejercicio las cantidades destinadas al Ejército por encima de los 12.310 millones de euros. - Foto: EFE

España ha pisado el acelerador en el gasto militar -nobleza obliga tras los acuerdos de la Cumbre de la OTAN en Madrid del año pasado- pero la realidad es que sigue en el vagón de cola de la organización Atlántica en esta partida y en 2022 se situó como el penúltimo de los 30 países aliados en inversión en Defensa, al destinar el 1,09 por ciento del PIB (9.791 millones de euros), según las estimaciones del informe anual elaborado por la propia Alianza.

Sólo Luxemburgo dedica menos fondos que España a Defensa, el 0,62 por ciento de su riqueza, mientras que justo por delante se sitúan otros países como Bélgica, con un 1,18 por ciento del PIB, y Eslovenia, con el 1,26. En todo caso, el informe señala la tendencia al alza en la inversión militar que aumenta un 2,2 por ciento en el seno de la OTAN y hace 2022 el octavo año consecutivo de incremento.

De hecho, para este 2023 el Ejecutivo ha anunciado un incremento en los Presupuestos Generales del Estado de la partida destinada a los Ejércitos para subirla hasta el 1,2 por ciento del PIB hasta los 12.317 millones de euros. Lejos aún, sin embargo, del dos por ciento que reclama la OTAN a sus socios y porcentaje al que se comprometió a llegar el propio presidente Pedro Sánchez en el año 2029.

El estudio muestra que el pasado año únicamente siete aliados cumplieron el objetivo de destinar ese dos por ciento del PIB a Defensa, tal y como se comprometieron en la cumbre de Gales en 2014, cuando solo alcanzaban este umbral tres aliados. Se trata de Grecia, Estados Unidos, Lituania, Polonia, Reino Unido, Estonia y Letonia, con el país heleno como miembro de la OTAN que más porcentaje de su riqueza reservó para Defensa en 2022, el 3,54 por ciento.

El último informe de la OTAN viene marcado por las consecuencias de la invasión rusa en Ucrania desde hace más de un año, contexto en el que muchos aliados, caso de Alemania, han anunciado un giro en su política de Defensa con importantes aumentos del gasto. «Ahora se trata de que estas promesas se conviertan en dinero real, contratos y equipos concretos. Porque el gasto en Defensa es la base de todo lo que hacemos», valoró el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

«Hacer más y más rápido»

Pese a señalar que los aliados caminan «en la dirección correcta», insistió en que el ritmo de crecimiento del gasto «no es tan rápido como exige el peligroso mundo en el que vivimos». «Aunque celebro todos los progresos que se han hecho, es obvio que tenemos que hacer más y más rápido», alertó. Máxime, cuando la guerra de Ucrania parece enquistada y las amenazas crecen.

En todo caso, la Alianza Atlántica aspira a renovar en la cumbre de este año en Lituania el compromiso en gasto militar y pretende que ese ratio del PIB de los países miembro, pase a ser un suelo de gasto y no un techo. «En este mundo nuevo y más disputado, no podemos dar por sentada nuestra seguridad. Es nuestra seguridad la que sustenta nuestra prosperidad y nuestro modo de vida», señaló el jefe político de la OTAN, justificando la necesidad de asumir esa subida del gasto militar.

En lo que respecta al compromiso para invertir al menos el 20 por ciento en nuevas capacidades, 24 países de la OTAN, entre ellos España, que alcanza el 26 por ciento, cumplen esta meta y sobrepasan el listón. En 2014 solamente siete aliados llegaban a este objetivo.

El gasto en Defensa tiene la aprobación de los ciudadanos de los países aliados, según el estudio de la propia OTAN, que apunta que el 74 por ciento está a favor de aumentar o al menos mantener las partidas en todo lo relativo a este capítulo, frente a un 12 por ciento que reclaman que su país baje el pie del acelerador armamentístico.

En el caso de España, un 73 por ciento está de acuerdo con la inversión militar, mientras que un 18 se declara contrario.

Este asunto, por otra parte, ha sido un motivo de enfrentamiento entre el Gobierno y sus socios de Unidas Podemos, además de otras formaciones aliadas. «Es una vergüenza que nos hayan ocultado el aumento unilateral del gasto en Defensa», criticó en su momento el portavoz morado, Pablo Echenique.