El Gobierno de Castilla-La Mancha quiere que en cada centro de salud haya un ecógrafo y se ha puesto manos a la obra. Hasta la fecha tenía ya 73, pero ahora ha adquirido 55 nuevos con un millón de euros de un programa para infraestructuras del Ministerio de Sanidad. No se van a quedar ahí, pues el Sescam ya está trabajando para comprar otros 129 con los fondos europeos del Mecanismo de Recuperación y Resiliencia. De esta forma habrá uno en cada centro de salud del sistema público regional. 

Estos detalles los ha dado a conocer esta mañana la portavoz del Gobierno regional, Esther Padilla. Añade que los ecógrafos son portátiles, lo que "va a permitir acercar este tipo de pruebas a todos los municipios de la región, incluso a los domicilios". Con los 73 ecógrafos que ya había en la región, el año pasado se hicieron 6.000 pruebas en Atención Primaria, así que con los 55 nuevos, el Gobierno calcula que llegará a los 10.000. Padilla defiende que esta tecnología "contribuye a disminuir las pruebas complementarias y evitar derivaciones a especialistas hospitalarios". Incluso si al final hay que  hacer esa derivación al hospital, "las indicaciones son más precisas y se pueda acelerar el diagnóstico, tratamiento y aplicación terapéutica".

El reparto por gerencias será el siguiente: diez para Albacete, uno para Hellín, tres para Villarrobledo, cinco para Cuenca, once para Guadalajara, cinco para Mancha-Centro Alcázar, uno para Manzanares, tres para Puertollano y 16 para Toledo.