El tiempo no acompañaba esta mañana para inaugurar el aparcamiento disuasorio junto al Campus de la Fábrica de Armas, pero aún así fue una jornada «importante» para la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) porque se ha cumplido «una demanda histórica» adecentando el espacio que conecta las puertas de Obreros y de Sabatini. Así lo comentó el rector de la UCLM, Julián Garde, contento con el resultado de una actuación que aliviará la presión de vehículos en otras zonas cercanas y posibilita que los universitarios se desplacen con más comodidad sabiendo que se dispone de 330 nuevas plazas.
Asimismo, el alcalde de la ciudad, Carlos Velázquez, también se manifestó en los mismos términos y subrayó que el Ayuntamiento ha cumplido con el compromiso de esta obra que se inició en la anterior legislatura y se ha terminado en la actual, con otros colores políticos distintos, porque se trata de una intervención «buena para la ciudad» y el actual equipo municipal está dispuesto a mantener las planificadas antes de su llegada si resultan beneficiosas.
Velázquez lamentó que el proyecto del aparcamiento se haya retrasado y el espacio no se haya abierto hasta ahora. En este caso, apuntó que hubo que utilizar la zona a finales de agosto con motivo de la cumbre europea que reunió a los máximos representantes de Defensa y de Asuntos Exteriores en Toledo a finales de agosto. Si bien, este acontecimiento internacional provocó esa demora, dado que también ha sido necesario llevar a cabo unas actuaciones de reparación tras el evento.
Por otra parte, Velázquez considera que la puesta en valor de este espacio, con 330 nuevas plazas, también invita a racionalizar el aparcamiento en zonas con una importante presión de vehículos y, al mismo tiempo, contribuye a renovar y reforzar la colaboración entre el Ayuntamiento y la Universidad.
Velázquez aprovechó la presencia de Garde para recordar que la administración «tiende la mano» a la UCLM. En su opinión, la Universidad juega un papel protagonista también en el entorno de Vega Baja y novedades como el inicio del grado de Física contribuyen a potenciar la zona como un barrio universitario y coloca a Toledo «en el centro de las enseñanzas más avanzadas y demandadas de las empresas».