Un viaje vital de 69 minutos

Rosa Díaz (EFE)
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Cumplir 40 le ha servido a Sílvia Pérez Cruz para mirar al pasado y entender lo que está por venir. De esta reflexión se nutre su nuevo disco, 21 canciones en el que han participado más de 90 personas

La artista gerundense se encuentra en un gran momento profesional que ha aprovechado para plantear un álbum complejo. - Foto: Alejandro Martínez Vélez (E, Press)

Sílvia Pérez Cruz acaba de cumplir 40 años y se siente «en el centro, un lugar desde el que puedes reflexionar sobre las primeras etapas de la vida y entender un poco mejor lo que viene después». Quizás por eso, «de una manera natural», ha creado un disco largo y circular, que repasa toda una vida.

Toda la vida, un día son 21 canciones, ordenadas en cinco movimientos, en los que la artista catalana regala 69 minutos de música, que bebe de infinidad de fuentes y fluye inclasificable, bordeando muchos estilos y acogiendo todo tipo de sonoridades.

«Quizás sea un disco largo -reconoce la autora-, pero es que estoy en un momento fértil, de mucha creatividad, y me encanta pensar que, si podemos mirar una serie y no hay problema, ¿por qué no hacer un viaje de una hora y poco y dejarte llevar?». «Si quieres escuchar solo una canción no hay problema, porque las he cuidado una a una para que tengan vida propia», añade.

Viendo a los artistas que conozco, hay mucha ansiedad. Todo envejece muy rápido»

El disco empieza con una primera parte dedicada a la infancia, con cuatro canciones confortables; sigue con una segunda inspirada en la juventud, que se aleja del terreno seguro de la niñez para experimentar sonidos más angulares; después una tercera más íntima, que abarca de los 40 a los 60 años de edad; una cuarta con más peso, más lentitud y referencias a la muerte; y una quinta que es un renacer, más viva y rítmica.

Pérez Cruz acaba de entrar en el tercer movimiento del disco, el de los 40 años, una edad que es «un cambio fuerte, una nueva etapa y, aunque algunos te advierten de que va a ser difícil, yo me siento bien, con energía y cierta serenidad», explica.

Profesionalmente se percibe «muy viva» y ha querido dejar «lo mejor y lo peor» de ella misma precisamente en este disco complejo, que «transforma todos los procesos vitales en canciones» y en el que, no habla solo de sí misma, sino que se deja acompañar de muchas otras voces.

Artísticamente parece que si no triunfas a los 23, 24, ya se te ha pasado el arroz»

Belleza a todas las edades

En total, 90 personas participan en el disco, entre ellas un coro de 30 cantantes, todos ellos músicos de prestigio, que Sílvia quiere volver a reunir para la presentación en directo del disco en Barcelona, los próximos días 24 y 25 de mayo.

Liliana Herrero, Juan Quintero, Pedro Rossi, Natalia Lafourcade, Salvador Sobral, Pepe Habichuela, Carmen Linares, Carles Benavent, Diego Carrasco, Roly Berrío, Rita Payés y un coro italiano cantan en diferentes temas, convirtiendo el disco en «un canto colectivo, que crea una comunidad a partir de todas las soledades unidas».

Creo que hay que reivindicar un poco más la mujer como pensadora y creadora»

Soledades de todas las edades, porque desde Liana Herrero, de 74 años, a Rita Payés, de 23, todos los momentos de la vida tienen cabida en esta «reivindicación de la belleza de todas las etapas de la vida».

«La sociedad tiende a fijarse más en los principios de los artistas que en su evolución posterior y nos estamos perdiendo la luz y la oscuridad de muchos creadores que tienen mucho que contar», afirma la artista de Palafrugell (Gerona).

De hecho, la colaboración que más peso tiene en el disco es la de la más veterana, la argentina Liliana Herrero, una mujer que Sílvia admira, como cantante y como persona, y que le dio la clave para enfocar este disco en una conversación que tuvieron durante la grabación de la composición que da nombre al álbum.

Es más bonito si el otro habla de ti, tú hablas del otro, y te ayudas un poco»

Este tema con Liliana Herrero y los que tiene con Juan Quintero se grabaron en Argentina, el de Natalia Lafourcade en México, el de Roly Berrío en Cuba y el resto, en España.

«Viajar me inspira, me nutre y me representa -explica la compositora-. La música que hago nace de los países donde he grabado este disco».

Muestra de ello es que el tema que interpreta con Liliana Herrero tiene algo de zamba, el que canta con Natalia Fourcade se acerca al bolero, los arreglos de la pieza grabada en Cuba recogen el aroma de este país y hay varias canciones en catalán.

«Hay que tener las raíces fuertes, pero, a la vez, hay que ser valiente y seguir buscando por las estrellas, y perderse», apunta.

La gente se siente vieja muy pronto»