Repuntan un 74% los delitos de índole sexual en la provincia

Á. de la Paz
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En el primer trimestre se constatan 61 ataques contra la libertad sexual, por los 35 del mismo periodo de 2022. La criminalidad convencional sube un 2,6%, con 6.196 delitos, con más robos y cibercrímenes

Repuntan un 74% los delitos de índole sexual en la provincia - Foto: Yolanda Redondo

La criminalidad registrada en la provincia de Toledo se incrementó un 2,6% en el primer trimestre de 2023 respecto al mismo periodo del año anterior. La cifra total de delitos constatados por el Ministerio del Interior entre enero y marzo asciende hasta los 6.196 casos, frente a los 6.039 hechos producidos en los tres meses inaugurales de 2022. Las infracciones penales comparadas también subieron. El invierno de 2023 acumuló 7.897 conductas penadas por la ley, un 7,5% más que en el lapso con que se establece el cotejo.

El tipo criminal más delictivo se corresponde con el capítulo de «resto de criminalidad convencional». Este amalgama de crímenes sumó 4.094 delitos, apenas un 0,4% más que en el primer trimestre de 2022. La estadística que publica el Ministerio del Interior computa datos provenientes de la Policía Nacional, la Guardia Civil y las policías locales.

Cabe destacar el importante ascenso de los delitos atentatorios contra la libertad sexual. El incremento se eleva hasta el 74% en el inicio del año en curso respecto al mismo periodo del anterior, una cifra alarmante que reúne 61 hechos punibles y se traduce en sendas cantidades mayores de abusos en las dos clasificaciones establecidas. Las violaciones, tipificadas como agresión sexual con penetración, suben un 67%, de seis a diez; el resto de delitos contra la libertad sexual, incluyendo agresiones, acoso, exhibicionismo, explotación o corrupción de menores, repuntan un 76%, hasta los 51 casos.

Otro conjunto delictivo cuya incidencia sube en la provincia en el último año son los relacionados con la cibercriminalidad. En este epígrafe se contabilizan 1.701 delitos, frente a los 1.310 pretéritos. Las infracciones penales cometidas a través de canales cibernéticos se elevan un 30%, si se compara el último trimestre del que se tienen datos con el mismo lapso de 2022. Las estafas representan la principal causa de delicuencia en el mundo virtual: entre enero y marzo, se acumularon 1.450 casos, por los 1.053 de los mismos tres meses del año anterior. El resto de ciberdelitos minora levemente, un 2%, pasando de 257 a 251 hechos.

El aumento de la criminalidad también se deja notar en robos y hurtos, dos categorías al alza. En el caso de los robos, las sustracciones penadas implican el uso de la fuerza, la intimidación o la violencia, circunstancias que no concurren en los hurtos, sustracciones que pueden considerarse de guante blanco pero en las que también se atenta con el patrimonio económico de particulares o colectivos. Los robos con violencia e intimidación subieron un 27%, de 49 a 62. También fueron más los robos  con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones, que se elevaron un 5%, de 564 a 594. Los robos que se produjeron en viviendas de particulares (descartando aquellos que se cometieron en otro tipo de inmuebles), acumulan 418 casos frente a los 409 de los tres primeros meses del año anterior, un 2%.

Los hurtos también repuntan, con 1.159 hechos, un 7% más que el registro con que se establece la comparación. El volumen de vehículos sustraídos se mantiene en la misma cifra, con 64 coches usurpados en la provincia durante el primer trimestre.

Asimismo, se repite el número de crímenes relacionados con el tráfico de drogas en territorio toledano, con 75 hechos punibles.

MENOS HOMICIDIOS. El recuento estadístico de la criminalidad refleja una menor incidencia de los crímenes más lesivos contra la vida humana. Entre enero y marzo de 2023 se han registrado un asesinato consumado y otro en grado de tentativa. En el inicio del año pasado, fueron dos los casos consumados y otros los que se intentaron.

Además, se mantiene el mismo dato de delitos de lesiones de diferentes gravedad por riña tumultuaria (peleas que implican a varias personas), con 84 reyertas. En lo que llevamos de año, se ha detectado un secuestro en la provincia, un tipo criminal que no registró ningún caso en el inicio del pasado 2022.